domingo, 18 de marzo de 2012

Capítulo Veintisiete

Los últimos días con Niall han sido maravillosas, nunca me había sentido así... Era todo perfecto, tanto, que casi me olvido de las movidas que me traía con Zayn. Harry era otra cosa, ya que todas las noches me llamaba para hablar conmigo antes de dormir. 
-Bueno, ¿qué tal vas en Irlanda? -me preguntó una noche donde casi no había nada de qué hablar. 
-Han sido bastante buenas
-¿A qué se debe? Nuevas amigas, ¿verdad? -preguntó en un tono algo irónico- Eso está bien, solo que no te olvides de Raquel y de Noemy -soltó una carcajada. La verdad es que yo no tenía nuevas amigas, solo tenía a Niall y eso ya era suficiente.
-La gente de aquí son muy amables -dije desviando un poco el tema. Nos quedamos en silencio, la verdad es que no tenía muchas ganas de hablar. No había nada que hablar, o al menos, eso creía.
-Oye -dijo de repente con un tono algo serio, preocupado y misterioso. Su voz temblaba ligeramente y me temía lo peor de aquella conversación.
-Dime -no lo soportaba, aquello iba lento, entre palabra y palabra había una pausa que duraba mil años, mil años de dolor.
-Hemos estado hablando mucho desde el día que tomaste aquella avión. Conversaciones por la noche antes de dormir, mensajes de buenas noches... Quería saber si esto tiene pinta de acabar en alguna parte.
-Harry, no entiendo...
-Liam me dijo que no estás con Zayn y bueno, ya sabes
-Harry, ya sabes que te quiero mucho y eres mi
-Por favor -me interrumpió- no me digas que soy tu mejor amigo porque, no lo veo así. Me quieres.
-Harry las cosas son así, no las puedo cambiar -no sabía lo que iba a decir, improvisaba cada palabra, frase y casi no tenía sentido alguno- mira yo te quiero y ésto es complicado. Yo te veo como un hermano y no sé ni lo que digo
-Exactamente, no lo sabes. Tú me quieres, ¿puedes asumir los hechos de una vez por todas, por favor? Te estás haciendo daño con el idiota de Zayn y me estás haciendo daño a mi...
-¡Tampoco te pases!
-¡Es verdad!
-No me puedo creer que estamos teniendo esta conversación...
-Pues créelo, porque la estamos teniendo... Tenemos que tenerlo y lo estamos teniendo ahora
-Harry, no te reconozco. ¿Qué coño te ha picado?
-¿Que, qué coño me ha? No me lo puedo creer, ¿no te das cuenta de lo que? -Harry no terminaba sus frases, se notaba que no sabía qué decir. Me estaba asustando, su voz, su manera de hablar... No era él. 
-Harry, tranquilízate, piensa y hablas...
-Piensa tú -me interrumpió- Piensa tú porque no sabes ni lo que quieres. ¿Por qué juegas conmigo?
-¿Jugar? -me enfadó aquello que acababa de decir- Joder, Harry. Yo no estoy jugando con nadie, ¿entiendes? Tú eres el que se está engañando. Te quiero sí
-Como un amigo -me interrumpió
-Calla y escucha -dije enfadada- Yo, te quiero, Harry... De verdad que te quiero -había comenzado a llorar- Pero eres mi amigo, te veo como un hermano y de verdad que he intentado mirar las cosas a tu manera, pero no acaban siendo correctas. 
-Porque lo ves todo de manera que apuntas a Zayn -murmuró
-No. Zayn, Zayn, Zayn. Deja de echarle la culpa. Se acabó, ¿vale? No estoy con Zayn y joder, no sé si estaré de nuevo con él. Nos hemos dado un tiempo y no sé qué pasará sobre todo ahora que Niall... -Me callé de golpe. No me podía creer lo que acababa de soltar. Niall, dije claramente Niall. No debí hacerlo, nunca debí de hacerlo. La había cagado de una manera increíble. Más explicaciones, me iba a exigir más explicaciones. 
-¿Niall? ¿Quién coño es Niall? ¿Es ese irlandés? Joder, Jade.
-No quería decir eso -quise mentirle- me había equivocado, no quería decir Niall...
-Vale, lo entiendo todo. Siempre seré lo último que querrás porque ya me has puesto como mejor amigo y así permaneceré para siempre, ¿verdad?
-Tampoco es eso, Harry...
-Adiós Jade. A lo mejor volvemos a hablarnos.
Me había colgado. Estaba de piedra, con los ojos rojos y llenos de lágrimas, sentada sobre mi cama y apoyada en la cabecera. Aun tenía el móvil pegada en la oreja. Por un momento quise tirarlo al suelo, pero respiré hondo y opté por bajar a la cocina a beber algo. 
Me limpié los ojos con la manga de mi camiseta y me fui abajo. Me dolía mucho la cabeza y casi no podía ver por dónde iba. Pude haberme tropezado en medio de las escaleras varias veces pero con un poco de suerte llegué hasta el final del todo. Me aseguré que nadie estaba para evitar que me viesen así. Conseguí beber un poco de zumo y me fui a mi habitación. Cuando casi había logrado llegar, me encontré a Niall. 
-Jade, ¿qué haces despierta?
-Yo -bajé la mirada para que no me viese los ojos rojos- tenía sed y
-Jade -me interrumpió. Puso sus dedos sobre mi barbilla e hizo que moviera la cabeza a modo que me pueda ver la cara- estás llorando. ¿Qué te ha pasado?
-¿Cómo...?
-Lo noté por tu voz. Dime, qué te pasa -dejó de tocar mi barbilla y me cogió de la mano
-He... He tenido una conversación bastante, fuerte
-¿Quieres hablar de ello?
-Es una historia muy larga
-Tienes todo mi tiempo
-Vale...
Estuvimos más de una hora hablando. Le conté la historia con todo sentimiento y detalle. Cada duda y cada conclusión que pude haber sacado. Niall me escuchaba atentamente. En todas las partes duras me pasaba sus dedos por mi mejilla y las partes en las que no pude retener las lágrimas me abrazaba con fuerza, con sentimiento... Le conté todo, menos el nuevo sentimiento que sentía hacia él.
-Jade -dijo cuando acabé con mi historia- mañana no hay clases, ¿qué te parece si te llevo a una cita? Es decir, -se puso rojo- para que te relajes y demás. No cita, cita... Porque ya se que es pronto y
-Niall, -le interrumpí- iré a una cita contigo... Pero más adelante, ¿vale?
-De acuerdo. Duerme Jade, que necesitas descansar esos ojos tan bonitos que tienes. -Se levantó, me dio un beso en la frente y se fue a su habitación. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario