viernes, 13 de abril de 2012

Capítulo treinta

-¿Qué te pasa? -me preguntó de repente Niall
-¿Eh? -dije algo confundida- No, nada. Que... Que me gusta ésta película
-¿Ah, sí? Si es que yo... -dijo orgulloso- Sabía que acertaba con ésta película. ¡Sentía que te iba a gustar!
-Anda tonto -Me reí mientras me sonrojaba y suspiraba- La verdad es que me trae muchos momentos
-¿Momentos? -dijo mientras ponía cara de bromista- ¿A caso has montado en el Titanic?
-No seas tonto, -empecé a reírme hasta a poder calmarme y acabar las risas con un suspiro tras unos segundos- no fue así... Pero mejor lo dejamos y veamos la película. 
-Ah bueno...
La verdad es que no me enteré de la película, aunque claro, ya la había visto miles de veces. Todo me recordaba a Zayn. Odiaba aquella sensación, era horrible.
Vimos el resto de la película en silencio. Yo estaba perdida en las nubes mientras que mi mirada estaba clavada a la pantalla. Sentía como Niall me miraba de vez en cuando, quizás, más veces del que ha mirado a la pantalla. ¡Qué mono que era!
Terminamos de ver la película y nos fuimos andando a casa. Era un paseo bonito, me cogió de la mano y yo no se lo negué, empezamos a pasear por las calles de Irlanda. 
Niall no paraba de hablar en todo el camino y yo estaba callada, escuchando cada palabra que le salía de la boca. Me encanta su voz, es tan tranquilizadora, como el de un ángel.
Aquel día fue maravilloso, aunque en el último momento me haya acordado de Zayn.
Pasaron unos días, todo iba normal, casi monótona. Estaba casi siempre con Niall y nos lo estábamos pasando estupendamente. Me acoplé en su grupo de amigos que resultaron ser muy majos. No era la única chica del grupo así que también quedaba con ellas de vez en cuando.
Todo era normal hasta una noche en la que recibí un mensaje. Era de Zayn. Mundo, empieza a temblar. 
Decía así: "Hola Jade... Sé que esto es un poco repentino y que ahora, después de todo este tiempo venga y te mande este mensaje es un poco de alguien cara dura... Pero te echo mucho de menos y no puedo estar así contigo. Que se me ha olvidado porqué estábamos enfadados, ni siquiera sé si estábamos enfadados... Por favor, ¿estás ahí?"
De repente, una lágrima rodó por mi mejilla. No estaba segura si estaba contenta, emocionada, enfadada, triste... Esto era sorprendente. 
Estuve leyendo una y otra vez el mismo mensaje durante un buen rato más. No sabía cómo contestarle, la verdad es que me acuerdo de que no nos hablábamos, pero no me acordaba del porqué. He de admitir que Niall había hecho que me olvidase del asunto, aunque me acordara de vez en cuando, la sensación no era la misma. 
Cada día me despertaba Niall, ¡Buenos días, preciosa! Gritaba cada mañana y nos pasábamos todo el día hablando, tonteando incluso y por las noches, se pasaba por mi habitación a darme las buenas noches. 
Era increíble aquellos sentimientos que sentía en aquel momento, sentimientos que brotaron de la nada en aquella casa, en la compañía de Niall... Pero admito que echaba de menos a Zayn, pero siempre me entraba la nostalgia y comenzaba a echarle de menos.

martes, 27 de marzo de 2012

Capítulo veintinueve

Abrí los ojos ya que Niall tardaba en hablar. Me quedé mirando un rato, estaba mirando al cielo y pude comprobar que si perfil era casi perfecto, casi... El sol estaba justo tras él y pude ver como el contorno de su perfil era iluminado. La verdad es que no me importaba que no me dijera nada, aquella imagen se me quedó grabada y quería disfrutarla un poco más. Pero he de admitir que me había entrado curiosidad.
-Bueno, ¿me lo vas a decir o no? -pregunté. Niall suspiró y vi como se formaba una sonrisa en su cara. 
-La verdad es que -empezó a hablar pausadamente- mejor esperaré un poco más hasta decírtelo.
-¿Qué quieres decir? -Pregunté extrañada. Me levanté y me apoyé sobre mi brazo sin dejar de mirar a Niall
-Quiero decir que es muy importante y quiero ver si quiero decírtelo, así que te lo diré más adelante -Niall se quedó tumbado y me dijo aquello mientras que sonreía de una manera pícara pero a la vez, aquella sonreía pretendía calmarme
-Si tu lo dices... -Dije algo desanimada a medida que me tumbaba de nuevo a su lado- ¿En serio que no me lo vasa  decir?
-No -aquel no fue un tanto largo. No era un no rotundo, es más bien un no de no insistas, pero aun así pretendía insistir hasta que me dijera fuese lo que fuese que quiso decirme. 
Estuvimos en aquella posición un rato más, más o menos una hora o dos. La verdad es que nos fuimos solo porque ya se estaba haciendo tarde. Fuimos directamente a la bolera. 
Nada más ponernos los zapatos, Niall, en vez de ir a por una bola de bolos, se fue directo a la barra a pedirnos comida.
-Eres increíble, Niall -dije mientras soltaba unas carcajadas
-¿Eh? -dijo mientras dejaba la comida en la mesa- ¡Ah! Ya lo sé, lo soy.
-No seas tonto -me reí- la gente suele jugar a los bolos en una bolera, antes de pedir comida -le puse énfasis a la palabra antes. 
Estuvimos jugando casi dos horas. Hubo risas, tonteo y un montón de bromas. Nos hicimos fotos, unas bastante graciosas. Niall se había pringado la cara de ketchup por comer de una manera bestia. La foto fue épica y las risas fueron de esas de las que no puedes parar y al final te quedas sin aire. Me lo pasé muy bien, Niall es muy divertido, no podía parar de reírme con él... Tengo que admitir que disfrutaba de su compañía. Me perdía con su mirada, con su voz... Además, Niall era bastante patoso y la verdad es que no me costó nada ganarle.
-Bueno, bueno, Nialler. Se te dará bien cantar y tocar la guitarra pero lanzar una bola de bolos y derribar los bolos no se te da muy bien que digamos -Niall se quedó mirándome mientras que sonreía- ¿Qué? Es verdad -dije mientras me reía
-No, no es por eso...
-¿Cómo? -Dije extrañada- Hoy estás a lo misterioso, ¿eh Nialler? -Ésta vez, Niall sonrió el doble- ¿Qué pasa? No me tomes el pelo, Niall
-No seas tonta, es que me gusta que digas eso 
-¿Que te diga que juegas mal a los bolos? Bien, pues juegas
-No tonta, -soltó una carcajada- me gusta que me llames Nialler
-¿Ah, sí. Cuántas personas te llaman así?
-Uno, tú.
-Pues no tienes mucho para elegir.
-No me importa, tu ya lo haces perfectamente -dijo mientras que me hacía cosquillas
-Anda tonto, bueno, ¿nos vamos a casa? -le intenté apartar de mí
-¿A casa? -se quedó completamente quieto
-¿Si? -pregunté temiendo haber dicho o hecho algo malo
-Pensaba que podíamos ver una película -volvió a sonreírme
-¡Genial! ¿Cual vamos a ver?
-Están echando clásicos
-No está mal, pero no soy muy de películas antiguas en blanco y negro...
-He dicho clásicas, no antiguas
-Era broma -solté una carcajada mientras que le daba mis zapatos a encargado
-Es una sorpresa
-¿Ah si?
-Sí, así que espera.
El cine estaba a una manzana así que llegamos en nada. Niall ya tenía las entradas. No supe qué película íbamos a ver hasta el momento en el que me sentaba en la butaca central. 
No me lo podía creer, vaya manera de tocar las narices. El recuerdo me perseguía, ¿por qué esta película? 

sábado, 24 de marzo de 2012

Capítulo Veintiocho

-¡Despierta, despierta! -Niall entró en mi habitación gritando
-¿Qué, qué está pasando? -me desperté asustada. Era un mañana de sábado y tenía pensado estar en cama hasta sentirme con fuerzas. 
-Pasa que te tienes que levantar -Niall se sentó como si fuese un indio en la cama mientras que me sonreía de oreja a oreja. Pasé mis dedos por mis ojos intentando aclararmelos un poco, seguidamente intenté mirar la hora que era. En ese momento, Niall se levanto a toda prisa y subió las persianas. La luz dio directamente a mis ojos haciendo que no pudiese ver la hora. -El sol está en lo alto del cielo, los pajaritos cantan y nos espera un día desestresante libre de esos chicos que tanto te rondan en la cabeza. 
-Niall, son las diez de la mañana -dije cuando por fin pude ver algo
-Exacto. Cuanto más temprano ponemos en marcha el plan, más tiempo tenemos para disfrutarlo. -En ese momento sacó unos panfletos del bolsillo.- Mira, como aun tenemos tiempo para desayunar, iremos a un Diner que hacen unas tortitas estupendas, después daremos un paseo por el parque donde hay un puesto de batidos... ¡Qué ricos! Después iremos a la bolera. Hay uno que venden perritos calientes con salsa de diferentes tipos con patatas que está para marcar siete strikes una detrás de otra. Para cenar iremos a mi local favorito, Nando's
-Eh, eh para Niall -dije riéndome- eso es una ruta gastronómica
-Es que la comida me anima un montón... Pensé que a ti también
-No te digo que no -me reí
-Pero bueno, no te preocupes, que iremos al cine a las seis, iremos a la bolera después de comer... Bueno, comeremos ahí
-Vale, vale. Para Niall, que se te caen las babas. -Dije mientras que le tiraba una almohada a la cara embobada que se le había quedado mientras que hablaba de la comida- Dame media hora para prepararme, ¿te parece?
Me preparé en seguida, Niall ya estaba esperando impacientemente en el pasillo con una mochila en los hombros. Estaba entretenido con su iPhone así que aproveché y le di un susto. Niall se había caido al suelo con el susto recibido y yo no paré de reírme hasta tener que apoyarme en la pared y deslizarme hasta quedarme sentada.
-No tiene gracia -se puso de morros- me has asustado
-Ese era el plan -dije sin apensas respiración por no dejar de reírme. Niall se quedó mirando un rato hasta soltar una carcajada
-Bueno, es verdad. -Nos reímos más y más.- Bueno, vamos que el taxi nos está esperando en la puerta. -Bajamos a toda prisa y nos encontramos con su madre
-¿Ya os vais?
-Si, mamá. Quiero llevar a Jade a desayunar
-¿A desayunar? Niall James Horan, si ya has desayunado -se rió
-Ya lo sé mamá, eso no importa, tengo sitio para más -se puso rojo. Yo me reí junto a la señora Horan- Bueno, ¿ya no? Nos vamos mamá -le dio un beso en la mejilla y nos fuimos en el taxi.
No tardamos nada en llegar, unos quince minutos nada más. Todo estaba ambientado como un Diner de verdad. Había un gran Jukebox justo al final del pasillo y un montón de posters de cantantes, actores de la época.
Nos sentamos junto a la ventana y al lado del Jukebox. Niall pidió tortitas para dos y dos refrescos.
-¿Que te parece, nena? -dijo imitando a Elvis Presley
-Este sitio es estupendo
-Espera a probar las tortitas 
-Ya estás pensando en tortitas -nos reímos.
La verdad es que las tortitas estuvieron riquísimas. Nada más terminar, Niall se levanto y se acercó al Jukebox y puso la canción Forever Young. Me encanta esa canción. Cuando la canción empezó a sonar, Niall se sentó a mi lado y me empezó a cantar. A la mitad de la canción ya me había convencido a cantar con él. Cuando nos quisimos dar cuenta, la canción se estaba terminando y la gente nos estaba mirando. En el momento en que la última nota se oía todo el mundo se levantó de sus asientos y empezaron a aplaudir. Nial se puso rojo, más de lo normal. Aquello me encantó. Yo no estaba tranquila, que digamos. Estaba ruborizada, estaba templando, ¡qué vergüenza! De repente una camarera se acercó a nosotros.
-Unos batidos para los artistas, invita la casa
Nos quedamos una hora más, la verdad es que me lo estaba pasando muy bien aunque desde el momento que entré en aquel lugar, tenía una corazonada de que algo me recordaba. En efecto, me acordé de algo. De aquella vez que Zayn me llevó a tomar un batido a un local parecido... Aquello fue como un gran peso que se me echó encima en un segundo.
-¿Qué te pasa? -me preguntó Niall
-Mierda, lo ha notado. ¡Qué cantosa soy! -pensé.- Eh, nada -disimulé de mala manera, intentando fingir que nada me había pasado por la cabeza.
-¿Estás segura?
-Sí, solamente estoy llena
-Bueno, pues, ¿qué te parece dar una vuelta al parque?
-Estupendo. Me parece bien.
Estuvimos andando un buen rato, yo estaba agarrada en el brazo de Niall. No paraba de hablar de cualquier cosa y yo le escuchaba atentamente aunque he de admitir que me perdía con esa voz que tiene. Me dijo que le encantaba la música, lo repetía tantas veces como puede. Me contó que está orgulloso de ser Irlandés y que su sueño es ser cantante. Le dije que seguro que lo consigue ya que toca y canta de maravilla. Me dijo sus miedos y sus complejos, no le gustaban sus dientes. Le dije que era una tontería, yo tampoco tengo la mejor de las sonrisas pero comparada con la suya, su sonrisa era sin duda la más bonita.
De alguna manera u otra, aquello hizo que Niall se callase y que me diese un beso en la frente en señal de agradecimiento. Después, elegimos un sitio bajo un árbol para pasar el rato bajo ella. Niall ya lo tenía pensado ya que en la mochila que llevaba se había traído una manta para que estuviésemos los dos. 
Niall se tumbó y yo a su lado. Utilicé su brazo a modo de almohada y estuvimos mirando como las hojas del árbol se movían y se acariciaban las unas a las otras gracias al viento y de como el sol creaba una imagen preciosa entre los huecos que había entre hoja y hoja.
Era un momento agradable, el viento soplaba suavemente, los niños se reían dulcemente y los pájaros no paraban de piar. 
-¿Te lo estás pasando bien? -me preguntó de repente
-Estupendamente.
-Nos quedaremos un rato más, entonces.
-Me parece bien -tenía los ojos cerrados y solamente le podía escuchar. Tenía ganas de dormir, todo estaba tan bien.
-Jade...
-Dime
-¿Te puedo decir una cosa?



domingo, 18 de marzo de 2012

Capítulo Veintisiete

Los últimos días con Niall han sido maravillosas, nunca me había sentido así... Era todo perfecto, tanto, que casi me olvido de las movidas que me traía con Zayn. Harry era otra cosa, ya que todas las noches me llamaba para hablar conmigo antes de dormir. 
-Bueno, ¿qué tal vas en Irlanda? -me preguntó una noche donde casi no había nada de qué hablar. 
-Han sido bastante buenas
-¿A qué se debe? Nuevas amigas, ¿verdad? -preguntó en un tono algo irónico- Eso está bien, solo que no te olvides de Raquel y de Noemy -soltó una carcajada. La verdad es que yo no tenía nuevas amigas, solo tenía a Niall y eso ya era suficiente.
-La gente de aquí son muy amables -dije desviando un poco el tema. Nos quedamos en silencio, la verdad es que no tenía muchas ganas de hablar. No había nada que hablar, o al menos, eso creía.
-Oye -dijo de repente con un tono algo serio, preocupado y misterioso. Su voz temblaba ligeramente y me temía lo peor de aquella conversación.
-Dime -no lo soportaba, aquello iba lento, entre palabra y palabra había una pausa que duraba mil años, mil años de dolor.
-Hemos estado hablando mucho desde el día que tomaste aquella avión. Conversaciones por la noche antes de dormir, mensajes de buenas noches... Quería saber si esto tiene pinta de acabar en alguna parte.
-Harry, no entiendo...
-Liam me dijo que no estás con Zayn y bueno, ya sabes
-Harry, ya sabes que te quiero mucho y eres mi
-Por favor -me interrumpió- no me digas que soy tu mejor amigo porque, no lo veo así. Me quieres.
-Harry las cosas son así, no las puedo cambiar -no sabía lo que iba a decir, improvisaba cada palabra, frase y casi no tenía sentido alguno- mira yo te quiero y ésto es complicado. Yo te veo como un hermano y no sé ni lo que digo
-Exactamente, no lo sabes. Tú me quieres, ¿puedes asumir los hechos de una vez por todas, por favor? Te estás haciendo daño con el idiota de Zayn y me estás haciendo daño a mi...
-¡Tampoco te pases!
-¡Es verdad!
-No me puedo creer que estamos teniendo esta conversación...
-Pues créelo, porque la estamos teniendo... Tenemos que tenerlo y lo estamos teniendo ahora
-Harry, no te reconozco. ¿Qué coño te ha picado?
-¿Que, qué coño me ha? No me lo puedo creer, ¿no te das cuenta de lo que? -Harry no terminaba sus frases, se notaba que no sabía qué decir. Me estaba asustando, su voz, su manera de hablar... No era él. 
-Harry, tranquilízate, piensa y hablas...
-Piensa tú -me interrumpió- Piensa tú porque no sabes ni lo que quieres. ¿Por qué juegas conmigo?
-¿Jugar? -me enfadó aquello que acababa de decir- Joder, Harry. Yo no estoy jugando con nadie, ¿entiendes? Tú eres el que se está engañando. Te quiero sí
-Como un amigo -me interrumpió
-Calla y escucha -dije enfadada- Yo, te quiero, Harry... De verdad que te quiero -había comenzado a llorar- Pero eres mi amigo, te veo como un hermano y de verdad que he intentado mirar las cosas a tu manera, pero no acaban siendo correctas. 
-Porque lo ves todo de manera que apuntas a Zayn -murmuró
-No. Zayn, Zayn, Zayn. Deja de echarle la culpa. Se acabó, ¿vale? No estoy con Zayn y joder, no sé si estaré de nuevo con él. Nos hemos dado un tiempo y no sé qué pasará sobre todo ahora que Niall... -Me callé de golpe. No me podía creer lo que acababa de soltar. Niall, dije claramente Niall. No debí hacerlo, nunca debí de hacerlo. La había cagado de una manera increíble. Más explicaciones, me iba a exigir más explicaciones. 
-¿Niall? ¿Quién coño es Niall? ¿Es ese irlandés? Joder, Jade.
-No quería decir eso -quise mentirle- me había equivocado, no quería decir Niall...
-Vale, lo entiendo todo. Siempre seré lo último que querrás porque ya me has puesto como mejor amigo y así permaneceré para siempre, ¿verdad?
-Tampoco es eso, Harry...
-Adiós Jade. A lo mejor volvemos a hablarnos.
Me había colgado. Estaba de piedra, con los ojos rojos y llenos de lágrimas, sentada sobre mi cama y apoyada en la cabecera. Aun tenía el móvil pegada en la oreja. Por un momento quise tirarlo al suelo, pero respiré hondo y opté por bajar a la cocina a beber algo. 
Me limpié los ojos con la manga de mi camiseta y me fui abajo. Me dolía mucho la cabeza y casi no podía ver por dónde iba. Pude haberme tropezado en medio de las escaleras varias veces pero con un poco de suerte llegué hasta el final del todo. Me aseguré que nadie estaba para evitar que me viesen así. Conseguí beber un poco de zumo y me fui a mi habitación. Cuando casi había logrado llegar, me encontré a Niall. 
-Jade, ¿qué haces despierta?
-Yo -bajé la mirada para que no me viese los ojos rojos- tenía sed y
-Jade -me interrumpió. Puso sus dedos sobre mi barbilla e hizo que moviera la cabeza a modo que me pueda ver la cara- estás llorando. ¿Qué te ha pasado?
-¿Cómo...?
-Lo noté por tu voz. Dime, qué te pasa -dejó de tocar mi barbilla y me cogió de la mano
-He... He tenido una conversación bastante, fuerte
-¿Quieres hablar de ello?
-Es una historia muy larga
-Tienes todo mi tiempo
-Vale...
Estuvimos más de una hora hablando. Le conté la historia con todo sentimiento y detalle. Cada duda y cada conclusión que pude haber sacado. Niall me escuchaba atentamente. En todas las partes duras me pasaba sus dedos por mi mejilla y las partes en las que no pude retener las lágrimas me abrazaba con fuerza, con sentimiento... Le conté todo, menos el nuevo sentimiento que sentía hacia él.
-Jade -dijo cuando acabé con mi historia- mañana no hay clases, ¿qué te parece si te llevo a una cita? Es decir, -se puso rojo- para que te relajes y demás. No cita, cita... Porque ya se que es pronto y
-Niall, -le interrumpí- iré a una cita contigo... Pero más adelante, ¿vale?
-De acuerdo. Duerme Jade, que necesitas descansar esos ojos tan bonitos que tienes. -Se levantó, me dio un beso en la frente y se fue a su habitación. 

jueves, 8 de marzo de 2012

Capítulo venitiseis

Era una tarde de martes, llegaba del colegio y estaba agotada. Yo ya estaba instalada en la habitación de invitados, pero algunas de mis cosas se encontraban en la habitación del hijo menor de Bobby y Maura Horan. 
Nada más llegar, saludé a Maura que se encontraba en la cocina y me dirigí a la habitación de invitados. Quise relajarme un poco y sumergirme en la música pero estaba demasiado cansada para tocar la guitarra así que opté por escuchar mis canciones del iPod. 
No lo encontraba por ninguna parte, busque de una manera desesperada hasta darme cuenta de que lo había dejado en la habitación del hijo de los Horan. Así que sin más pausas, me fui a coger mi ipod. Por mi sorpresa, la habitación no estaba vacía. 
Al abrir la puerta vi que en la habitación se encontraba un chico rubio que estaba de espaldas a mi.
-Hola, soy Jade... Tú debes de ser -en ese momento se dio la vuelta y de alguna manera u otra, mi voz se había consumido hasta quedarse en nada
-Niall, me llamo Niall -me sonrió y me extendió la mano. Yo, como una tonta, me quedé paralizada al lado de la puerta, con una mano aun en el picaporte, con los ojos como platos y boquiabierta. Era increíble aquella reacción que me hizo hacer nada más ver aquel rostro, sonrojado, aquellos ojos azules claros y aquella sonrisa... A decir verdad, no era la sonrisa perfecta, pero sin duda, tenía esa chispa que ningún otro podía tener entre los labios... Quizás, incluso superaba la sonrisa de Zayn. 
-Hola, Niall -balbucee 
-Tu debes de ser la chica del intercambio -dijo pausadamente, sin apartar su mirada de la mía. Su mano aun esperaba ser agarrada por la mía y así se quedó hasta que los dos bajamos de las nubes. 
-Sí, así es. Me llamo Jade -al fin le estreché la mano
-Encantado -me volvió a sonreír tímidamente mientras que metía sus manos en los bolsillos traseros de su pantalón justo después de soltarle la mano. Los dos nos quedamos sin decir nada. Apartábamos la mirada y los dirigíamos al suelo. 
-Yo, -tartamudee- había venido por mi iPod... Mira, es ese de ahí, al lado de tu guitarra.
-¿Este? -me preguntó mientras que se agachaba a recogerlo. En el momento en el que lo agarraba, su mano rozó una de las partituras que empezó él y acabé yo. Se quedó mirando durante un segundo y lo cogió junto al iPod. -¿Esto es tuyo?
-Bueno -me sonrojé-, es más bien tuyo... Yo solo lo he terminado, por así decirlo... Lo siento
-No, no -me interrumpió sin dejar de leer la partitura- Es buena, muy buena... ¿Te apetece tocarlo conmigo? 
-¿En serio? ¡Genial!
Niall me prestó su guitarra, la misma a la que llevaba tocando desde el día que vine a Irlanda y él sacó otra de su armario. 
Estuvimos tocando durante un buen rato. He de decir que estaba bastante torpe y fallaba en algún que otro acorde. Todo esto porque no miraba de mirar a Niall. 
No me importaba que se diera cuenta, ya que más de una vez le había pillado mirando en como me sonrojaba cada vez que fallaba una nota.
Niall es un chico majo, lo demostró en la manera que me decía que no me preocupara por fallar una nota, o dos y en esa manera en la que me cogía suavemente de la mano enseñándome en qué cuerda apoyar cada yema del dedo. Yo no me quejaba, me dejaba enseñar aunque sabía perfectamente como tocar la guitarra.
Aquella tarde fue eterna, una tarde larga y maravillosa. Estaba pasando un buen rato junto a Niall, nos sumergíamos juntos en la música y hablábamos de todo y a la vez de nada. 
He podido averiguar que Niall siempre ha querido ser cantante y que es un gran fan del presidente Obama y del cantante Justin Bieber. A parte de aquellas extrañas cosas, teníamos muchas cosas en común. 
Algo me decía que Niall era especial, porque me hizo comprender que solamente él pudo conseguir que olvide por un momento a Zayn, a Harry y hacer que sienta que todo lo demás era perfecto. 

lunes, 5 de marzo de 2012

Capítulo veinticinco

La casa no era grande, suficiente para tener a cinco personas viviendo en ella. Era acogedora, había muchas fotos de dos niños rubios y de ojos azules. Pero casi no las había actuales. Qué cosa más rara. Me había fijado en uno de ellos, supongo que era el menor de sus hijos. Era tan adorable, sus ojos, su sonrisa... Era una monada de niño.
-Espero que te sientas como en casa -Maura me lo dijo mientras estaba dada la vuelta bastante entretenida viendo las fotos de sus hijos
-Por supuesto, su casa es preciosa y muy acogedora -sonreí
-Bueno, tendrás que disculparme porque la habitación de invitados no está del todo preparado. A Bobby se le ha olvidado cambiar las sábanas
-Oh, no pasa nada
-No seas modesta, Jade. Mientras las sábanas estén lavándose, duerme en la habitación de mi hijo menor... Solo será dos noches, no te preocupes. Son muchas sábanas y la secadora no puede con ellas, tendrán que secarse al sol
-Me parece bien, si es lo que quiere. Muchas gracias
-No tienes que darlas, querida. Vamos, te enseñaré la casa
Después de un largo paseo por la casa y de un sin fin de historias por cada cosa que había, las cuales no me importó nada escuchar, me fui a la supuesta habitación de su hijo menor.
La habitación era muy común, una habitación normal de un chico normal en su edad. Tenía una guitarra al pie de la cama, tenía su escritorio, su estantería, libros y música. A éste chico le gustaba mucho la música, a juzgar por los instrumentos, partituras y CDs que me fui encontrando por los rincones. 
Me puse a leer una canción a medio terminar que estaba en el suelo. Era preciosa, se trataba de una chica, al parecer, una chica que no acaba de encontrar... 
Después de leer una partitura tras otra, me tomé la libertad de tocar una de las piezas que encontré escrita en una hoja que había por ahí. Era preciosa y me gustaba como sonaba. Al rato, alguien abrió la puerta, era Bobby.
-Hola señor. Lo siento, yo -me intenté disculpar por haber tocado la guitarra sin ningún permiso
-No te disculpes, Jade -soltó una carcajada-. Tocas muy bien
-Gracias, señor
-Llámame Bobby o Bob, como quieras -me sonrió
-Vale, Bobby -sonreí tímidamente
Estuvimos hablando de lo mucho que le gustaba la música a su hijo y de que estaba seguro de que me iba a llevar muy bien con él. También, no dejó de disculparse por el desorden que había en la habitación. Me había informado de que su hijo estaba en un tipo de escapada con la clase y no iba a estar en casa una semana más, así que hasta entonces, podía merodear por su habitación y tocar la guitarra cuanto quiera. 
Aquello era un buen plan y así hice.
Estuve todo el tiempo libre después de clase tocando la guitarra y tomando la libertad de copiar partituras para poder completar algunas y sinceramente, no iba nada mal.
El instituto de ahí era muy parecido a la de Londres, no había nada que me llamase la atención. A parte, no supe nada de Zayn desde la última llamada que le hice. Intenté llamarle, intenté comunicarme con él, pero nada. No me respondía y cada vez me sentía más estúpida, peor... Liam no dejó de llamarme desde que le conté lo pasado, él tampoco vio a Zayn por el instituto, ni él, ni nadie. Raquel y Noemy estaban preocupadas por mí, pero, ¿qué podían hacer ellas? Harry me prestaba su ayuda y demás, mandándome un mensaje de buenos días, buenas tardes y buenas noches. Siempre a su hora, aquello me mantenía viva. Gracias a él dejé de llorar hasta quedarme dormida y gracias a él tenía ganas de levantarme. Todo era más llevadero gracias a esas conversaciones hasta quedarme dormida, gracias a aquellos mensajes que recibía. Le debía todo aquello y más. Todo aquello ha hecho que pensara en la posibilidad de que estuviese enamorada de él, pero aquello desvaneció cuando le conocí. 

jueves, 1 de marzo de 2012

Capítulo veinticuatro

Me desperté en nada y aun no habíamos despegado. Se podía ver el cielo pero también el suelo y como unos trabajadores metían maletas y demás en el avión. Aun estábamos en el suelo, creí haberme dormido en al menos la mitad del viaje pero no llegué a estar ni cinco minutos. Me puse nerviosa, no se porqué. No podía estarme quieta, para nada. No podía, no debería estar en éste avión. Tenía que bajarme, tenía que volver en la sala de espera donde Harry estará esperándome hasta que el avión deje de tocar el suelo y reunirme de nuevo con él. Aun estaba a tiempo, me levanté de mi asiento y tras pelearme unos segundos con la azafata, la di un empujón hasta dejarla caer sobre otro pasajero. Tuve que hacerlo, unos señores estaban casi cerrando las puertas, por suerte llegué antes de que lo cerraran del todo y me fui corriendo hacia la entrada, no miré atrás, ignoré los gritos de aviso y del peligro que podría pasar. No me importaba, tenía que estar con Harry. Por fin lo había logrado, estaba sin aliento, estaba cansada y algo sudada, pero no me importaba, para nada. Estaba fuera, iba a estar con Harry. Eché un rápido vistazo en la sala, solo había un par de personas. Cuando me creí que ya era demasiado tarde, vi como Harry estaba de pie delante de la gran ventana mirando como los aviones despegaban, aterrizaban y la gente venía y se marchaban. Cuando me di cuenta de que se trataba de él, sonreí como nunca había sonreído en mi vida y me fui corriendo directo a él.
-¡Harry! -grité para que se diera la vuelta. Estaba a dos pasos de él cuando éste hizo lo que esperaba que hiciera. Yo no paré de correr hasta estar a un paso y poder saltar a abrazarle. 
-Jade, ¿qué haces aquí?
-Te quiero Harry -antes que dijera nada más, me acerqué rápidamente a él hasta poder besarle. Ahí estuvimos, un buen rato besándonos, diciendo cosas que las palabras no podrían conseguir expresar ni en un millón de intentos. Estábamos ahí, en aquella gran sala, de tres paredes y una ventana que hacía de cuarta pared. La gente pasaba, miraba y sonreía para nosotros y nosotros no nos importaba nada. En ese momento, empecé a sudar frío y en tan solo un segundo, menos que un segundo, me desperté de golpe. El corazón me latía de una manera exagerada y tenía la respiración muy acelerada como si hubiese corrido todo lo que había soñado. 
-Pero, Jade -dije para mí misma- ¿qué coño ha sido eso? Joder, no, joder... 
Me fui al baño para la refrescarme y pensar en lo que acababa de ocurrir. Había soñado aquello, que besaba a Harry, algo andaba mal y pensar en eso hacía que me sintiera incluso peor. Decidí volver a dormir un poco más pero no lo conseguí, pero no importaba, que aunque parezca mentira, había dormido en más de la mitad del viaje, así que las dos últimas horas del viaje estuve leyendo un libro y escuchando música. 
Por fin había aterrizado, nada más llegar en el aeropuerto en Irlanda, encendí al móvil para leer el mensaje que había recibido, pero no hubo manera, nada más encenderlo recibí una llamada de mi madre y estuve un buen rato, después una llamada de Liam y al rato una de Raquel y de Noemy.
No pude leerlo hasta por la noche ya que nada más llegar al hotel me fui a dormir y por la noche cenaba con la familia con la que iba a pasar el trimestre. 
Ya eran las nueve menos cuarto y había quedado a las nueve en punto así que mientras que esperaba en el restaurante del hotel, aproveché a leer el mensaje. 
Aun seguía sin saber quién era el que me había mandado el mensaje, a lo mejor era importante, a lo mejor no era nada. Saqué el móvil y empecé a mirar por los mensajes que tenía, la mayoría de ellas eran de Zayn y la nueva era también suya. Decía: Cuando llegues a Irlanda, llámame. Tenemos que hablar. 
Me paralicé, me quedé de piedra, sentí como la sangre que recorría mis venas se habían helado. Zayn quería hablar conmigo, ¿de qué? Es verdad que la frase, tenemos que hablar daba mucho miedo. Tomé aliento, miré la hora, quedaban diez minutos para que sean las nueve así que decidí llamar a Zayn.
-¿Diga?
-Zayn, soy yo, Jade
-Oh, Jade -lo dijo como si no se alegrase de mi llamada y aquello hizo que me pusiera más nerviosa
-¿Qué era aquello que querías que habláramos?
-Mira, Jade... La última vez que halamos no fue la mejor de todas y mucho menos para una despedida
-Lo sé y lo siento Zayn, no quería llegar a eso
-Ni yo tampoco... -nos quedamos en silencio, no sabía que decir pero Zayn ya se encargó de ello- He estado pensando mucho, Jade
-¿Qué quieres decir? -dije asustada. Me temía lo peor
-Que es una tontería, que discutimos por gilipolleces, porque no tiene otro nombre. Por tonterías, Jade, discutimos por tonterías y ésta vez, no es culpa mía.
-Joder, pero... La primera vez que discutimos fue por Ashley y esta vez solo fue una gilipollez de noticia...
-Una noticia importante en la que te ibas. Joder, Jade, que si lo hubiera sabido justo en el día que habías recibido la noticia, me hubiera alegrado muchísimo por ti y además de eso, hubiera hecho que cada día que te quedaba estar en Londres hubiese sido perfecto. 
-Zayn, lo siento
-Ya, ya lo sé... -volvió aquel silencio incómodo- Creo que deberíamos tomarnos un tiempo... Al menos, hasta que vuelvas a Londres. 
-Zayn, no lo dirás en serio, por favor -empezaron a acudir las lágrimas en mis ojos- No me hagas esto, por favor
-Será lo mejor para los dos, un tiempo, reflexionando para encontrar errores y madurar un poco.
-¿Madurar? 
-Sí. Somos dos críos enamorados que se enfadan por tonterías -no supe qué responder a aquello así que me quedé callada, aun así no podía hablar, había empezado a llorar-. Jade, no llores por favor. Quiero que sepas que te quiero, mucho. Por favor, no hagas ésto más difícil. Me tengo que ir.
No sabía que hacer, estaba llorando. Miré el reloj y ya eran las nueve y cinco, por suerte, no habían llegado las personas con las que había quedado. Aproveché y llamé al camarero. Le dije que si alguien viniera a la mesa, que dijera que me he ido al baño un momento.
Fui corriendo hasta el servicio de señoras donde me sequé las lágrimas y me arreglé un poco el maquillaje ya que había formado un estropicio con las lágrimas.
Respiré hondo por última vez e intenté parecer lo más contenta posible. Cuando vi que estaba medianamente lista, me fui hacia mi mesa. En ella estaban sentados una pareja. 
-Hola -sije nada más acercarme
-Hola. Jade, ¿verdad? -me saludó la señora. Yo asentí con la cabeza- Siéntate, cariño. Yo me llamo Maura y éste es mi marido, Bobby.
Estuvimos hablando un buen rato, al parecer tenían dos hijos, uno tenía dieciocho años y el otro veintidós. Me dijeron que iba a conocer a su hijo menor ya que el mayor vivía fuera. 
Tras haber cenado y haberme estado charlando por varias horas, me acompañaron hasta mi habitación, cogimos mis cosas y nos fuimos a su casa donde me iba a quedar los tres meses que iba a pasar en Irlanda. 

miércoles, 29 de febrero de 2012

Capítulo veintitrés

-Estás preciosa -aquellas palabras fueron lo primero que dijo
-¿Qué... Qué haces aquí? -tartamudeé, aun seguía paralizada, sorprendida.
-¿A caso no te agrada que esté aquí? -dijo cabizbajo
-Joder, Harry -ya no estaba tensa, me dejé llevar por mis sentimientos y me abalancé a él para abrazarle mientras que le daba un beso en la mejilla. Al principio el se quedó paralizado, pero al momento puso sus manos sobre mi cintura, hasta abrazarme del todo 
-Te he echado mucho de menos -me susurró al oído sin dejar de abrazarme en ningún momento. 
-Harry... -empecé a llorar de nuevo, ésta vez de felicidad, aunque el sentimiento de pena aun estaba ahí.
Después del abrazo, Harry y yo nos sentamos en la sala de espera. Se veían los aviones, se veía como la gente se marchaba...

-Siento haberme ido, -dijo Harry rompiendo el silencio- no lo he podido soportar
-¿Dónde has estado?
-Cerca, muy cerca... Pero a la vez en otro mundo muy lejos del tuyo. Quería olvidarte pero, no lo he podido conseguir...
-Harry -intenté decir algo, pero solo me salió su nombre
-Calla, me toca hablar... -me interrumpió
-Como quieras -dije
-Veamos, ésto no es muy fácil -soltó una pequeña carcajada, sin fuerza, sin ánimos- Jade, yo te quiero mucho. ¿Sabes? En estos días, cada vez que apagaba las luces de mi habitación, lo único que podía ver eras tú. Tenía muchísimas ganas de estar contigo, tumbarme a tu lado, sentirte en mis brazos... No pude ni puedo esconder esto aunque quisiera, aunque lo intentara y lo he intentado, pero supongo que no quiero dejar de quererte -se calló y suspiró-. Te prometo que mi corazón no ha vuelto a latir como cuando estoy contigo, ahora siento que no tiene ni ganas de seguir latiendo porque sabe que no estoy contigo... No sabes cuantas noches me he pasado llorando, llenando de lágrimas mi almohada, mis sueños... Peor por suerte, los sueños son sueños y siempre estabas ahí. Jade, -se volvió a callar y esta vez nos miramos cara a cara. Yo no paraba de mirarle los ojos y él los míos. Me cogió de las manos y nos quedamos un buen rato en aquella posición- si tuviéramos, por un día más ésta vida o si pudiéramos volver atrás en el tiempo, quiero que sepas que siempre y repito, siempre serás mi amor, mi vida, mi voz, la razón para que seas tú mi corazón... Viviremos éste momento una y otra vez, para encontrar las palabras exactas para decirte lo que siento antes de que me dejes y te marches hoy. Es que, no puedo. No quiero ser visto, no quiero estar aquí si no estoy contigo. Mi mente está los veinticuatro horas nublado, solamente te veo a ti... Solo tú puedes iluminarme las noches... Solamente tú
-Harry, -me solté de sus manos y le acaricié la mejilla, seguidamente le di un beso en la frente y después le di un abrazo- sabes que volveré, ¿verdad?
-Pero nada habrá cambiado, seguirás estando con Zayn
-Harry, no quiero estropear
-Dilo, admítelo, es verdad -me interrumpió
-Harry, yo le quiero y él
-Espera. -volvió a interrumpirme- Ni se te ocurra decirme que él te quiere porque él no está aquí
-Joder, Harry
-Es cierto, ¿o no?
-Es verdad, pero tuvimos una pelea... Por mi culpa, además
-Si él te quisiera, te perdonaría
-Pero si me comporto como una tonta, no.
-Yo te seguiría queriendo, tonta, lista, anormal, normal... Te seguiría queriendo solo si fueses Jade. Porque me enamoré de Jade y seguiré enamorado de Jade, siempre. 
-Harry -en ese momento fui interrumpida por la voz que salía de unos altavoces, avisando que los viajeros para ir a Irlanda tienen que subir al avión en cinco minutos- Me tengo que ir, Harry
-Jade... No sé, pero no puedo dejar que te marches
-Tengo que irme, prométeme que cuando vuelva, estarás aquí y que me llamarás, por favor. No quiero volver a perderte
-Nunca me has perdido -Harry y yo nos dimos el último abrazo, fue corto y sinceramente no quise separarme de él. Su perfume se había quedado grabada en mí, aun olía a él por unas horas más, con lo cual, me hacía recordarme de él cada dos por tres. Después de aquella dura despedida, me subí al avión llorando. En el momento que puse el pie dentro de ella, me acordé de Zayn. Decidí escribirle un último mensaje, quería avisarle que mi móvil estaría apagado en las próximas horas. Me dispuse a escribirle nada más sentarme en mi asiento, me llevó un buen rato, quería decirle que le amaba, que quería oír su voz y que me moría por dentro porque no le había visto desde la última vez que nos vimos. En el momento en que iba a mandarle el mensaje, la azafata avisó que deberíamos apagar los móviles, así que me di prisa. Pero en el intento de mandar el mensaje, justo en el momento de pulsar el botón de enviar, me llegó un mensaje. No pude leerlo, ya que le mandé el mensaje antes que nada y justo en el momento que quise ver quién era el que me había mandado el mensaje, la azafata se acercó a mi para pedirme que apagara el móvil y no se fue hasta que apagara el móvil.
El viaje fue horrible, así que para que las horas se pasasen rápido, me puse a escuchar música y miré al cielo hasta quedarme dormida.   

martes, 28 de febrero de 2012

Capítulo veintidós

No sabía si aquello fue una discusión, si seguíamos juntos o no. Me temía lo peor y el hecho de que Zayn no me conteste las llamadas me hacía pensar que aquello era grave. No quise llegar a aquello, no quise pelearme. Vaya tonta que estaba hecha. No había hora que no llamaba a Zayn, un segundo que tenía libre, una llamada que le hacía a Zayn. Pero nada, ni una respuesta, ni un mensaje, ni un hola. Estaba distante e incluso desaparecido. No sabía qué hacer, estaba de los nervios. Aquello y lo de Harry me hacía volverme loca y hacía que pensara en dejar el viaje, en renunciar a aquello y seguir aquí, pero las cosas estaban ya hechas, el viaje, aquel argumento... 

Ya es viernes y solo me falta un día para que me vaya a Irlanda. No paré de llamar a Zayn, pero aun así, no me contestaba. Aquellos días me dormía cada noche ahogada en mis propias lágrimas. Mi madre intentó consolarme, ella sabía la movida entre Zayn, Harry y demás. Ni siquiera ella tenía respuesta a aquello, nada. Estaba completamente hundida, no tenía ganas de comer, de salir y por cada día que pasaba, me aterraba más la idea de ir a Irlanda. 

-Jade, ánimo. Todo irá bien -me intentó animar Liam
-¿Cómo que va a ir bien? -dije desesperadamente- ¿Cómo va a resolverse estando yo en Irlanda y Zayn aquí? Si es que esto de ir a Irlanda... No debí aceptarlo
-Anda, cállate, tonta. Es una suerte de que vayas
-¿Que me calle? Por cierto, te recuerdo que tú no me has dicho hasta hace nada que no ibas a ir a Irlanda conmigo
-A ver, es diferente, a mi me lo dijeron hace nada. No tengo la culpa, además, deseaba irme a Irlanda... Ya sabes que nunca he ido
-Bueno, pues... Te cedo el privilegio
-Que no, Jade. No seas tonta... ¿Has llamado a Zayn?
-Hace cinco minutos pero nada
-Joder...
-Eso mismo digo yo -murmuré
-Jade, -dijo mientras que me levantaba la cabeza con los dedos de la mano derecha- todo irá bien, ya lo verás...
-Es que soy tonta
-Ha sido una tontería, sí -dijo en un tono sarcástico- espero que a partir de ahora me hagas caso
-Si señor -bromee
-Tu espera un poco, ¿vale? -volvió a intentar animarme, más yo solamente asentí con la cabeza

Bien, ya es sábado. Hoy o nada. Decidí ir a casa de Zayn, pero no estaba. Su madre me dejó entrar en su habitación ya que le había pedido aquello para poder dejarle una carta en su escritorio. Dejé varios, cada una distinta a la anterior. Una lo puse en el baño, pegada en el espejo ya que a Zayn le gustaba mucho mirarse en ella. La otra lo puse sobre la cama, sé que le encanta dormir y la última lo puse sobre el escritorio ya que aquello era lo primero que veías nada más entrar en la habitación. 
Todas eran distintas pero con el mismo mensaje; que le quería, que no quería que aquello acabase y que diera alguna señal de que aun me quería, que aquello no había acabado. Le dije a qué hora era mi vuelo, por si quería ir a despedirse. Después de dejar las notas, le mandé un mensaje al móvil, no quería que nada se quedase sin decir, quería que todo estuviese aclarado. Me despedí de su madre y me fui a casa. El resto de la tarde estuve esperando un mensaje, una llamada pero nada. Me pasé todo el día en la cama, pensando en la nada. Ni siquiera había cenado, nada. Me quedé ahí, en el mismo sitio, sin moverme mucho hasta quedarme dormida.
Cuando me quise dar cuenta ya eran las seis de la mañana, en dos horas tendría que estar en el aeropuerto. Liam me iba a llevar en coche, así que, sacando ganas donde no las había, me levanté de la cama, me duché me preparé, bajé mis cosas en la entrada y me fui a desayunar. 
Liam llegó antes de lo previsto así que nos fuimos antes de tiempo. Aun tenía la esperanza de recibir alguna llamada de Zayn, pero nada. No paraba de mirar mi móvil, a punto de llorar, decidí bajar las esperanzas y guardar el móvil. 
Llegamos en nada al aeropuerto, mis maletas ya estaban en el avión, solamente tenía que esperar para el despegue. Faltaba una hora, Liam se tuvo que ir y me quedé sola. No quería subirme a aquel avión, apagar el móvil e irme a Irlanda. 
Como una tonta, empecé a llorar mientras que miraba tras una ventana gigante viendo a los aviones despegar, cuando de repente, vi un reflejo sobre el cristal. 
Al principio, creí que se trataba de algún desconocido, pero al rato noté que me miraba, que se había quedado tras mía esperando algún movimiento mio. El reflejo de su cara estaba borrosa, pero pude distinguir la cara seria que tenía. Por un momento pensé reconocerle, pero bajé las ilusiones y me centré otra vez en las aviones. Aun así no dejaba de mirar a aquel reflejo, se había quedado ahí, grabada, eso o el chico que estaba tras mía estuviese esperando algo. Su miraba empezó a intimidarme y poco después a molestarme. 
Cuando no pude más con aquello, me giré bruscamente para decirle unas cuantas cosas. 
No podía creerme lo que estaba viendo. A lo mejor estaba soñando, a lo mejor me había vuelto loca o quizás aquello de llorar no me había sentado nada bien y ahora me esté ocasionando algún que otro alucinación. 
Aun así, estaba contenta por aquello, estaba completamente feliz. Tanto que las lágrimas se me saltaron y como una tonta empecé a llorar ahí mismo, sin moverme del sitio, ni un paso atrás ni uno delante. Estaba, incluso, paralizada. 

lunes, 27 de febrero de 2012

Capítulo veintiuno

Estaba confundida, no sabía qué decía, ni qué hacía pero de una cosa estaba segura; estaba completamente dispuesta a recuperar a Harry y volver a tenerle a mi lado.

-Dime
-Quiero que seas mi mensajero, es decir, que me ayudes a comunicarme con Harry
-Jade, no creo que Harry quiera...
-Calla, Liam. Hazme caso, hazlo de una manera indirecta, ¿sí?
-Bueno, haré lo que pueda. 

Después de aquel acuerdo, intenté comportarme de una manera natural, normal, pero no hubo manera. Noemy, Raquel, mi madre, Liam... Todos notaron que estaba siempre ausente, que estaba en mi mundo. Estaba todo el día en las nubes, ahogándome con recuerdos de Zayn y los recuerdos de Harry, pero sobre todo los de Harry ya que con Zayn vivía nuevos momentos. 

Ya han pasado dos semanas y todo ha vuelto a la normalidad, bueno, no todo. Harry sigue sin aparecer y cada día lo llevo peor. Lo único que me mantenía viva era las cosas que me contaba Liam sobre él. A pesar de todo esa rallada, Zayn y yo volvimos a estar como antes, puede que incluso mejor. Ya no hubo problemas, ninguna más. Manteníamos la promesa que nos hicimos, nada de peleas estúpidas. 
Por otro lado, estaba Liam y su incesable insistencia en el tema de ir a Irlanda. No había mucho tiempo y el colegio ya había llamado a mi madre para comentar sobre el tema y ella se unió a Liam. Querían que aprovechara la oportunidad ya que no solamente iré este año, si no, en todos los cursos que viene y no solo a Irlanda, también cabía la oportunidad de ir en otros sitios. La verdad es que la oferta era tentadora y siempre quise viajar, sobre todo a Irlanda. Tras tanta insistencia, accedí a la propuesta y en una semana estaría yéndome a Irlanda. Aquella decisión hizo que todo el mundo e alegrara por mi, todos menos Zayn que era el único que no sabía nada sobre el tema.
No sabía qué era aquello que no me dejaba darle la noticia. No quería que se enfadara, no quería estropear el buen ambiente que había entre nosotros. Era una tontería, pero a pesar de darle muchas vueltas, no paraba de pensar en Harry. Él sí que no se enteraba de nada, al menos, eso creía. Pero, volviendo a Zayn, quería decírselo pero siempre me echaba atrás en el último momento. Me estaba volviendo loca, no paraba de crear paranoias e incluso yo me estaba hartando. 

Me quedaba exactamente siete días antes de irme a Irlanda, Harry invadía mi cabeza y Zayn mi tiempo. No sabía como decirle a Zayn que en nada me iba a ir a Irlanda y cada vez que me decidía volvía a echarme atrás. 

-A ver, Jade -me dijo Liam una tarde que quedamos a tomar algo en el café que había cerca del instituto- Tienes que aclararte de una vez
-Es que no sé, me decido y después me rajo. Además, no puedo pensar en eso si estoy todo el rato pensando en Harry
-Sencillo, deja de pensar en Harry y dile a Zayn las cosas, además, estás con Zayn ahora mismo y Harry, bueno, él sobrevivirá
-Claro, estoy con Zayn porque Harry no está...
-¿Quieres decir que si Harry estuviera aquí, estarías con él?
-A ver, Liam, no es eso, pero, joder... No estaría pensando en él todo el rato. 
-En fin, Jade. Échale huevos y díselo a Zayn... 
-¿Decirme el qué? -en ese momento Zayn aparece en la cafetería poniéndose justo detrás mío
-Zayn -me giré rápidamente- ¿qué haces aquí?
-¿Qué es lo que quieres decirme?
-Yo... Esto, os dejo a solas... Yo te espero en el coche y eso, Jade -dijo Liam mientras que se levantaba del asiento y se iba. Cuando desapareció, Zayn se sentó en frente mía, justo en el asiento que ocupaba Liam
-¿Qué es eso que tienes que decirme, Jade? -dijo seriamente
-Pues -me puse de nerviosa- verás...
-¿Tiene algo que ver con Liam?
-No
-¿Entonces?
-Es una tontería...
-Pues dímelo.
-Me voy -solté secamente
-¿Cómo que te vas? No te vas de aquí sin decirme...
-A ver Zayn -le interrumpí- Que me voy a Irlanda
-Espera, ¿qué?
-Que me voy a Irlanda unos meses -Zayn se quedó callado tras haberle dicho aquellas palabras
-Ya veo... ¿Cuando pensabas decírmelo?
-Iba a decírtelo
-¿Cuando ya estuvieses en el avión o el día anterior de tu vuelo? -me interrumpió
-Joder, Zayn. No te pases, tampoco iba a hacer aquello
-Joder, nada. Que no me lo ibas a decir, vamos.
-Que sí te lo iba a decir... Solo que no sabía cómo
-Pues fácil, Zayn me voy a Irlanda unos meses. Ya está, no hay más
-Pero...
-Pero nada Jade -me dejé callar por aquellas palabras. ¿Estábamos peleando, qué había pasado? Espero que solo sea un pequeño argumento -. Joder... No sé... Yo... Me voy Jade, tengo que pensar
-¿Qué, pensar en qué? -dije nerviosa, me temía lo peor
-No lo sé, en todo y demás. Hablaremos después, -se levantó del asiento y se dirigió a la salida- Adiós Jade.

Yo me quedé sola en aquella mesa, en aquel café. Las lágrimas empezaron a aparecer y empecé a llorar. Cinco minutos después de que Zayn se hubiera marchado, Liam apareció poniendo su mano sobre mi hombro. No dijo nada, hizo que me levantara del asiento, me limpió las lágrimas y me dio un fuerte abrazo.
Liam me llevó a casa. Estábamos en el coche, todo lo que había era silencio. Yo estaba apyada en el cristal del coche mientras que veía pasar los árboles en forma de borrón. 
El resto del día fue lenta y algo dolorosa. Hice las maletas con desgana y en algún momento u otro, me paraba a llorar. Ahora no solamente pensaba en Harry, ahora, también pensaba en Zayn. 

miércoles, 22 de febrero de 2012

Capítulo veinte

-¿Jade? -poco a poco la silueta que había tras la puerta se fue aclarando hasta poder distinguir quién era
-¿Zayn, qué haces aquí?
-Te dije que iría a por ti, ¿recuerdas? -dijo mientras que se acercaba a mi y se incorporaba en la cama conmigo- y aquí estoy
-Lo siento, se me había olvidado por completo
Zayn se puso de lado mientras que yo miraba el techo. Hizo señales con la cabeza para que me pusiera de igual modo y así lo hice. Empezamos a hablar susurrando
-Te quiero, Jade... No quiero volver a pelear contigo
-Yo tampoco
-Quiero que sepas que lo de Harry no iba en serio... Puedes seguir viéndole y tal... Sé que es tu amigo y bueno, lo de Ashley, ya sé sus intenciones, pero tienes que darte cuenta que yo te quiero por encima de todo, ¿vale? -me da un beso en la frente
-Gracias, Zayn... Siento haberme portado como una idiota, en serio.
-No pasa nada -se levanta de la cama- Vamos, hemos quedado, ¿recuerdas?
-Sí, -me senté sobre la cama- pero ¿dónde vamos?
-A dar una vuelta... Mejor, te llevaré a patinar, ¿qué te parece?
-¿Patinar? ¡Si yo no sé patinar!
-No te preocupes que yo te enseño

Aquella tarde fue estupenda. Fuimos a un local donde se patinaba en un ambiente de los 80' Había luces de neón, focos de colores, música de los 80' Zayn sabía perfectamente que aquel ambiente me encantaba. 
Me caí varias veces y algunas de ellas encima de Zayn. Hubo risas, hubo caricias, miradas, tonteo... En aquella tarde, lo pasado fue olvidado y volvimos a sentirnos tan bien como el principio. 
La parte difícil fue más adelante cuando Zayn me dejó en mi casa, justo después de haberse marchado, recibí una llamada de Liam. 

-He hablado con Harry
-¿Cuándo? -dije extrañada
-Esta mañana... 
-¿Desde cuando hablas con él?
-Hablamos más de lo que te crees, es majo y me cae muy bien
-Ya veo...
-Me ha contado lo que ha pasado -dijo interrumpiéndome- Jade, él te quiere mucho y esto se está convirtiendo en un aprieto
-Ya me he dado cuenta Liam, ¿qué es lo que intentas decirme?
-No lo sé, me importas tú y me importa Harry, aunque es una gilipollez hablar de ésto ya que   siempre habrá alguien que vaya a perder
-Lo sé
-Bueno, solo quiero que hagas lo que mejor te convenga, ¿vale? Ahora es lo que sientes tú y no lo que sienten los demás...
-Gracias Liam
-Pero bueno, mi llamada no es por eso
-¿Ah, no?
-No. Es sobre un tema del instituto. 
-¿Qué pasa?
-Han pensado en hacer un intercambio y eres una candidata. Es dentro de dos meses, para ir a Irlanda un trimestre entero. ¿Qué te parece?
-¿Irlanda? 
-Exacto
-¡Es estupendo! Pero...
-Vamos, es una gran oportunidad
-No sé, ¿un trimestre sin vosotros?
-Sin Zayn -me interrumpió- ¿verdad?
-También iba incluido en vosotros. 
-Por cierto, ¿qué tal vais?
-Ya lo hemos arreglado...
-Me alegro. Volviendo al tema, ¿qué es lo que diré al director?
-Pues, es que es algo que hay que pensarse...
-Tienes un mes, solo dime si te lo pensarás o no. 
-Me lo pensaré
-Bueno, ya hablaremos, adiós
-Adiós

Irlanda, un trimestre entero. Esto era estupendo, tengo ganas de explorarlo. Pero la idea de estar fuera de casa me estaba matando, sin Zayn, sin Raquel, sin Noemy, sin Liam, sin mamá, sin Harry... ¿Cómo iba a sobrevivir a eso? No me apetecía hacer nuevos amigos temporales y bueno, en un mes... ¡Es poco tiempo! Tengo que arreglar lo de Harry y en un mes no podría resolverlo.
Por ahora, nadie más lo sabía, solamente mi madre, Liam y yo. No quería darle muchas vueltas y no quería muchas opiniones. No creo que sea para tanto, solamente van a ser tres meses, no para siempre. 
Tenía problemas más graves que pensar y resolver. Harry.

Le llamaba cada hora e incluso cada media hora, aun así nada. Ni siquiera abría su ventana. Intenté ir a verle pero siempre me abría su madre con alguna escusa, me evitaba y no lo hacía nada mal. El único que se mantenía en contacto con él era Liam, pero tampoco me decía mucho. 
Merodeaba por el instituto con el deseo de encontrarme con él, pero no había manera.

-Estás muy ausente, Jade Brooks -dijo Noemy un día en la que pasábamos el recreo todos juntos.
-¿Cómo?
-Comiendo lomo -dijo Raquel para quitar un poco de tensión al asunto. 
-Pues que estás siempre distraída, siempre estás buscando a alguien -dijo Noemy tras lanzar una mirada seria a Raquel
-Está buscando a Harry, ¿verdad? -dijo una voz que venía detrás mía
-¿Qué? -me giré bruscamente, deseando que no fuese Zayn y por un poco de suerte, no lo era- Liam, ¿qué haces... Digo... Cómo es que... es decir... Qué estás diciendo?
-Todos lo sabemos, Jade -se sentó a mi lado- Déjalo pasar, estás obsesionando... Lo peor es que Harry sabe que le estás buscando
-¿Por qué es lo peor?
-Porque él se piensa que algo significa
-¿Qué va a significar? No puede dejarme así porque sí. Somos amigos... Al menos, éramos
-Significa que le quieres
-Como amigo
-Eso dices, pero él dice otra cosa
-¿Y yo soy la obsesionada?

Todos nos quedamos en silencio, Liam tenía razón. El intento de buscar a Harry solamente hace que piense que hay algo más que amistad en lo que siento hacia él y sinceramente, ahora mismo no quiero que ninguno, ni Liam, ni Harry y mucho menos Zayn piense aquello. 

-Oye, Liam -dije rompiendo el silencio- ¿me haces un favor?