miércoles, 29 de febrero de 2012

Capítulo veintitrés

-Estás preciosa -aquellas palabras fueron lo primero que dijo
-¿Qué... Qué haces aquí? -tartamudeé, aun seguía paralizada, sorprendida.
-¿A caso no te agrada que esté aquí? -dijo cabizbajo
-Joder, Harry -ya no estaba tensa, me dejé llevar por mis sentimientos y me abalancé a él para abrazarle mientras que le daba un beso en la mejilla. Al principio el se quedó paralizado, pero al momento puso sus manos sobre mi cintura, hasta abrazarme del todo 
-Te he echado mucho de menos -me susurró al oído sin dejar de abrazarme en ningún momento. 
-Harry... -empecé a llorar de nuevo, ésta vez de felicidad, aunque el sentimiento de pena aun estaba ahí.
Después del abrazo, Harry y yo nos sentamos en la sala de espera. Se veían los aviones, se veía como la gente se marchaba...

-Siento haberme ido, -dijo Harry rompiendo el silencio- no lo he podido soportar
-¿Dónde has estado?
-Cerca, muy cerca... Pero a la vez en otro mundo muy lejos del tuyo. Quería olvidarte pero, no lo he podido conseguir...
-Harry -intenté decir algo, pero solo me salió su nombre
-Calla, me toca hablar... -me interrumpió
-Como quieras -dije
-Veamos, ésto no es muy fácil -soltó una pequeña carcajada, sin fuerza, sin ánimos- Jade, yo te quiero mucho. ¿Sabes? En estos días, cada vez que apagaba las luces de mi habitación, lo único que podía ver eras tú. Tenía muchísimas ganas de estar contigo, tumbarme a tu lado, sentirte en mis brazos... No pude ni puedo esconder esto aunque quisiera, aunque lo intentara y lo he intentado, pero supongo que no quiero dejar de quererte -se calló y suspiró-. Te prometo que mi corazón no ha vuelto a latir como cuando estoy contigo, ahora siento que no tiene ni ganas de seguir latiendo porque sabe que no estoy contigo... No sabes cuantas noches me he pasado llorando, llenando de lágrimas mi almohada, mis sueños... Peor por suerte, los sueños son sueños y siempre estabas ahí. Jade, -se volvió a callar y esta vez nos miramos cara a cara. Yo no paraba de mirarle los ojos y él los míos. Me cogió de las manos y nos quedamos un buen rato en aquella posición- si tuviéramos, por un día más ésta vida o si pudiéramos volver atrás en el tiempo, quiero que sepas que siempre y repito, siempre serás mi amor, mi vida, mi voz, la razón para que seas tú mi corazón... Viviremos éste momento una y otra vez, para encontrar las palabras exactas para decirte lo que siento antes de que me dejes y te marches hoy. Es que, no puedo. No quiero ser visto, no quiero estar aquí si no estoy contigo. Mi mente está los veinticuatro horas nublado, solamente te veo a ti... Solo tú puedes iluminarme las noches... Solamente tú
-Harry, -me solté de sus manos y le acaricié la mejilla, seguidamente le di un beso en la frente y después le di un abrazo- sabes que volveré, ¿verdad?
-Pero nada habrá cambiado, seguirás estando con Zayn
-Harry, no quiero estropear
-Dilo, admítelo, es verdad -me interrumpió
-Harry, yo le quiero y él
-Espera. -volvió a interrumpirme- Ni se te ocurra decirme que él te quiere porque él no está aquí
-Joder, Harry
-Es cierto, ¿o no?
-Es verdad, pero tuvimos una pelea... Por mi culpa, además
-Si él te quisiera, te perdonaría
-Pero si me comporto como una tonta, no.
-Yo te seguiría queriendo, tonta, lista, anormal, normal... Te seguiría queriendo solo si fueses Jade. Porque me enamoré de Jade y seguiré enamorado de Jade, siempre. 
-Harry -en ese momento fui interrumpida por la voz que salía de unos altavoces, avisando que los viajeros para ir a Irlanda tienen que subir al avión en cinco minutos- Me tengo que ir, Harry
-Jade... No sé, pero no puedo dejar que te marches
-Tengo que irme, prométeme que cuando vuelva, estarás aquí y que me llamarás, por favor. No quiero volver a perderte
-Nunca me has perdido -Harry y yo nos dimos el último abrazo, fue corto y sinceramente no quise separarme de él. Su perfume se había quedado grabada en mí, aun olía a él por unas horas más, con lo cual, me hacía recordarme de él cada dos por tres. Después de aquella dura despedida, me subí al avión llorando. En el momento que puse el pie dentro de ella, me acordé de Zayn. Decidí escribirle un último mensaje, quería avisarle que mi móvil estaría apagado en las próximas horas. Me dispuse a escribirle nada más sentarme en mi asiento, me llevó un buen rato, quería decirle que le amaba, que quería oír su voz y que me moría por dentro porque no le había visto desde la última vez que nos vimos. En el momento en que iba a mandarle el mensaje, la azafata avisó que deberíamos apagar los móviles, así que me di prisa. Pero en el intento de mandar el mensaje, justo en el momento de pulsar el botón de enviar, me llegó un mensaje. No pude leerlo, ya que le mandé el mensaje antes que nada y justo en el momento que quise ver quién era el que me había mandado el mensaje, la azafata se acercó a mi para pedirme que apagara el móvil y no se fue hasta que apagara el móvil.
El viaje fue horrible, así que para que las horas se pasasen rápido, me puse a escuchar música y miré al cielo hasta quedarme dormida.   

martes, 28 de febrero de 2012

Capítulo veintidós

No sabía si aquello fue una discusión, si seguíamos juntos o no. Me temía lo peor y el hecho de que Zayn no me conteste las llamadas me hacía pensar que aquello era grave. No quise llegar a aquello, no quise pelearme. Vaya tonta que estaba hecha. No había hora que no llamaba a Zayn, un segundo que tenía libre, una llamada que le hacía a Zayn. Pero nada, ni una respuesta, ni un mensaje, ni un hola. Estaba distante e incluso desaparecido. No sabía qué hacer, estaba de los nervios. Aquello y lo de Harry me hacía volverme loca y hacía que pensara en dejar el viaje, en renunciar a aquello y seguir aquí, pero las cosas estaban ya hechas, el viaje, aquel argumento... 

Ya es viernes y solo me falta un día para que me vaya a Irlanda. No paré de llamar a Zayn, pero aun así, no me contestaba. Aquellos días me dormía cada noche ahogada en mis propias lágrimas. Mi madre intentó consolarme, ella sabía la movida entre Zayn, Harry y demás. Ni siquiera ella tenía respuesta a aquello, nada. Estaba completamente hundida, no tenía ganas de comer, de salir y por cada día que pasaba, me aterraba más la idea de ir a Irlanda. 

-Jade, ánimo. Todo irá bien -me intentó animar Liam
-¿Cómo que va a ir bien? -dije desesperadamente- ¿Cómo va a resolverse estando yo en Irlanda y Zayn aquí? Si es que esto de ir a Irlanda... No debí aceptarlo
-Anda, cállate, tonta. Es una suerte de que vayas
-¿Que me calle? Por cierto, te recuerdo que tú no me has dicho hasta hace nada que no ibas a ir a Irlanda conmigo
-A ver, es diferente, a mi me lo dijeron hace nada. No tengo la culpa, además, deseaba irme a Irlanda... Ya sabes que nunca he ido
-Bueno, pues... Te cedo el privilegio
-Que no, Jade. No seas tonta... ¿Has llamado a Zayn?
-Hace cinco minutos pero nada
-Joder...
-Eso mismo digo yo -murmuré
-Jade, -dijo mientras que me levantaba la cabeza con los dedos de la mano derecha- todo irá bien, ya lo verás...
-Es que soy tonta
-Ha sido una tontería, sí -dijo en un tono sarcástico- espero que a partir de ahora me hagas caso
-Si señor -bromee
-Tu espera un poco, ¿vale? -volvió a intentar animarme, más yo solamente asentí con la cabeza

Bien, ya es sábado. Hoy o nada. Decidí ir a casa de Zayn, pero no estaba. Su madre me dejó entrar en su habitación ya que le había pedido aquello para poder dejarle una carta en su escritorio. Dejé varios, cada una distinta a la anterior. Una lo puse en el baño, pegada en el espejo ya que a Zayn le gustaba mucho mirarse en ella. La otra lo puse sobre la cama, sé que le encanta dormir y la última lo puse sobre el escritorio ya que aquello era lo primero que veías nada más entrar en la habitación. 
Todas eran distintas pero con el mismo mensaje; que le quería, que no quería que aquello acabase y que diera alguna señal de que aun me quería, que aquello no había acabado. Le dije a qué hora era mi vuelo, por si quería ir a despedirse. Después de dejar las notas, le mandé un mensaje al móvil, no quería que nada se quedase sin decir, quería que todo estuviese aclarado. Me despedí de su madre y me fui a casa. El resto de la tarde estuve esperando un mensaje, una llamada pero nada. Me pasé todo el día en la cama, pensando en la nada. Ni siquiera había cenado, nada. Me quedé ahí, en el mismo sitio, sin moverme mucho hasta quedarme dormida.
Cuando me quise dar cuenta ya eran las seis de la mañana, en dos horas tendría que estar en el aeropuerto. Liam me iba a llevar en coche, así que, sacando ganas donde no las había, me levanté de la cama, me duché me preparé, bajé mis cosas en la entrada y me fui a desayunar. 
Liam llegó antes de lo previsto así que nos fuimos antes de tiempo. Aun tenía la esperanza de recibir alguna llamada de Zayn, pero nada. No paraba de mirar mi móvil, a punto de llorar, decidí bajar las esperanzas y guardar el móvil. 
Llegamos en nada al aeropuerto, mis maletas ya estaban en el avión, solamente tenía que esperar para el despegue. Faltaba una hora, Liam se tuvo que ir y me quedé sola. No quería subirme a aquel avión, apagar el móvil e irme a Irlanda. 
Como una tonta, empecé a llorar mientras que miraba tras una ventana gigante viendo a los aviones despegar, cuando de repente, vi un reflejo sobre el cristal. 
Al principio, creí que se trataba de algún desconocido, pero al rato noté que me miraba, que se había quedado tras mía esperando algún movimiento mio. El reflejo de su cara estaba borrosa, pero pude distinguir la cara seria que tenía. Por un momento pensé reconocerle, pero bajé las ilusiones y me centré otra vez en las aviones. Aun así no dejaba de mirar a aquel reflejo, se había quedado ahí, grabada, eso o el chico que estaba tras mía estuviese esperando algo. Su miraba empezó a intimidarme y poco después a molestarme. 
Cuando no pude más con aquello, me giré bruscamente para decirle unas cuantas cosas. 
No podía creerme lo que estaba viendo. A lo mejor estaba soñando, a lo mejor me había vuelto loca o quizás aquello de llorar no me había sentado nada bien y ahora me esté ocasionando algún que otro alucinación. 
Aun así, estaba contenta por aquello, estaba completamente feliz. Tanto que las lágrimas se me saltaron y como una tonta empecé a llorar ahí mismo, sin moverme del sitio, ni un paso atrás ni uno delante. Estaba, incluso, paralizada. 

lunes, 27 de febrero de 2012

Capítulo veintiuno

Estaba confundida, no sabía qué decía, ni qué hacía pero de una cosa estaba segura; estaba completamente dispuesta a recuperar a Harry y volver a tenerle a mi lado.

-Dime
-Quiero que seas mi mensajero, es decir, que me ayudes a comunicarme con Harry
-Jade, no creo que Harry quiera...
-Calla, Liam. Hazme caso, hazlo de una manera indirecta, ¿sí?
-Bueno, haré lo que pueda. 

Después de aquel acuerdo, intenté comportarme de una manera natural, normal, pero no hubo manera. Noemy, Raquel, mi madre, Liam... Todos notaron que estaba siempre ausente, que estaba en mi mundo. Estaba todo el día en las nubes, ahogándome con recuerdos de Zayn y los recuerdos de Harry, pero sobre todo los de Harry ya que con Zayn vivía nuevos momentos. 

Ya han pasado dos semanas y todo ha vuelto a la normalidad, bueno, no todo. Harry sigue sin aparecer y cada día lo llevo peor. Lo único que me mantenía viva era las cosas que me contaba Liam sobre él. A pesar de todo esa rallada, Zayn y yo volvimos a estar como antes, puede que incluso mejor. Ya no hubo problemas, ninguna más. Manteníamos la promesa que nos hicimos, nada de peleas estúpidas. 
Por otro lado, estaba Liam y su incesable insistencia en el tema de ir a Irlanda. No había mucho tiempo y el colegio ya había llamado a mi madre para comentar sobre el tema y ella se unió a Liam. Querían que aprovechara la oportunidad ya que no solamente iré este año, si no, en todos los cursos que viene y no solo a Irlanda, también cabía la oportunidad de ir en otros sitios. La verdad es que la oferta era tentadora y siempre quise viajar, sobre todo a Irlanda. Tras tanta insistencia, accedí a la propuesta y en una semana estaría yéndome a Irlanda. Aquella decisión hizo que todo el mundo e alegrara por mi, todos menos Zayn que era el único que no sabía nada sobre el tema.
No sabía qué era aquello que no me dejaba darle la noticia. No quería que se enfadara, no quería estropear el buen ambiente que había entre nosotros. Era una tontería, pero a pesar de darle muchas vueltas, no paraba de pensar en Harry. Él sí que no se enteraba de nada, al menos, eso creía. Pero, volviendo a Zayn, quería decírselo pero siempre me echaba atrás en el último momento. Me estaba volviendo loca, no paraba de crear paranoias e incluso yo me estaba hartando. 

Me quedaba exactamente siete días antes de irme a Irlanda, Harry invadía mi cabeza y Zayn mi tiempo. No sabía como decirle a Zayn que en nada me iba a ir a Irlanda y cada vez que me decidía volvía a echarme atrás. 

-A ver, Jade -me dijo Liam una tarde que quedamos a tomar algo en el café que había cerca del instituto- Tienes que aclararte de una vez
-Es que no sé, me decido y después me rajo. Además, no puedo pensar en eso si estoy todo el rato pensando en Harry
-Sencillo, deja de pensar en Harry y dile a Zayn las cosas, además, estás con Zayn ahora mismo y Harry, bueno, él sobrevivirá
-Claro, estoy con Zayn porque Harry no está...
-¿Quieres decir que si Harry estuviera aquí, estarías con él?
-A ver, Liam, no es eso, pero, joder... No estaría pensando en él todo el rato. 
-En fin, Jade. Échale huevos y díselo a Zayn... 
-¿Decirme el qué? -en ese momento Zayn aparece en la cafetería poniéndose justo detrás mío
-Zayn -me giré rápidamente- ¿qué haces aquí?
-¿Qué es lo que quieres decirme?
-Yo... Esto, os dejo a solas... Yo te espero en el coche y eso, Jade -dijo Liam mientras que se levantaba del asiento y se iba. Cuando desapareció, Zayn se sentó en frente mía, justo en el asiento que ocupaba Liam
-¿Qué es eso que tienes que decirme, Jade? -dijo seriamente
-Pues -me puse de nerviosa- verás...
-¿Tiene algo que ver con Liam?
-No
-¿Entonces?
-Es una tontería...
-Pues dímelo.
-Me voy -solté secamente
-¿Cómo que te vas? No te vas de aquí sin decirme...
-A ver Zayn -le interrumpí- Que me voy a Irlanda
-Espera, ¿qué?
-Que me voy a Irlanda unos meses -Zayn se quedó callado tras haberle dicho aquellas palabras
-Ya veo... ¿Cuando pensabas decírmelo?
-Iba a decírtelo
-¿Cuando ya estuvieses en el avión o el día anterior de tu vuelo? -me interrumpió
-Joder, Zayn. No te pases, tampoco iba a hacer aquello
-Joder, nada. Que no me lo ibas a decir, vamos.
-Que sí te lo iba a decir... Solo que no sabía cómo
-Pues fácil, Zayn me voy a Irlanda unos meses. Ya está, no hay más
-Pero...
-Pero nada Jade -me dejé callar por aquellas palabras. ¿Estábamos peleando, qué había pasado? Espero que solo sea un pequeño argumento -. Joder... No sé... Yo... Me voy Jade, tengo que pensar
-¿Qué, pensar en qué? -dije nerviosa, me temía lo peor
-No lo sé, en todo y demás. Hablaremos después, -se levantó del asiento y se dirigió a la salida- Adiós Jade.

Yo me quedé sola en aquella mesa, en aquel café. Las lágrimas empezaron a aparecer y empecé a llorar. Cinco minutos después de que Zayn se hubiera marchado, Liam apareció poniendo su mano sobre mi hombro. No dijo nada, hizo que me levantara del asiento, me limpió las lágrimas y me dio un fuerte abrazo.
Liam me llevó a casa. Estábamos en el coche, todo lo que había era silencio. Yo estaba apyada en el cristal del coche mientras que veía pasar los árboles en forma de borrón. 
El resto del día fue lenta y algo dolorosa. Hice las maletas con desgana y en algún momento u otro, me paraba a llorar. Ahora no solamente pensaba en Harry, ahora, también pensaba en Zayn. 

miércoles, 22 de febrero de 2012

Capítulo veinte

-¿Jade? -poco a poco la silueta que había tras la puerta se fue aclarando hasta poder distinguir quién era
-¿Zayn, qué haces aquí?
-Te dije que iría a por ti, ¿recuerdas? -dijo mientras que se acercaba a mi y se incorporaba en la cama conmigo- y aquí estoy
-Lo siento, se me había olvidado por completo
Zayn se puso de lado mientras que yo miraba el techo. Hizo señales con la cabeza para que me pusiera de igual modo y así lo hice. Empezamos a hablar susurrando
-Te quiero, Jade... No quiero volver a pelear contigo
-Yo tampoco
-Quiero que sepas que lo de Harry no iba en serio... Puedes seguir viéndole y tal... Sé que es tu amigo y bueno, lo de Ashley, ya sé sus intenciones, pero tienes que darte cuenta que yo te quiero por encima de todo, ¿vale? -me da un beso en la frente
-Gracias, Zayn... Siento haberme portado como una idiota, en serio.
-No pasa nada -se levanta de la cama- Vamos, hemos quedado, ¿recuerdas?
-Sí, -me senté sobre la cama- pero ¿dónde vamos?
-A dar una vuelta... Mejor, te llevaré a patinar, ¿qué te parece?
-¿Patinar? ¡Si yo no sé patinar!
-No te preocupes que yo te enseño

Aquella tarde fue estupenda. Fuimos a un local donde se patinaba en un ambiente de los 80' Había luces de neón, focos de colores, música de los 80' Zayn sabía perfectamente que aquel ambiente me encantaba. 
Me caí varias veces y algunas de ellas encima de Zayn. Hubo risas, hubo caricias, miradas, tonteo... En aquella tarde, lo pasado fue olvidado y volvimos a sentirnos tan bien como el principio. 
La parte difícil fue más adelante cuando Zayn me dejó en mi casa, justo después de haberse marchado, recibí una llamada de Liam. 

-He hablado con Harry
-¿Cuándo? -dije extrañada
-Esta mañana... 
-¿Desde cuando hablas con él?
-Hablamos más de lo que te crees, es majo y me cae muy bien
-Ya veo...
-Me ha contado lo que ha pasado -dijo interrumpiéndome- Jade, él te quiere mucho y esto se está convirtiendo en un aprieto
-Ya me he dado cuenta Liam, ¿qué es lo que intentas decirme?
-No lo sé, me importas tú y me importa Harry, aunque es una gilipollez hablar de ésto ya que   siempre habrá alguien que vaya a perder
-Lo sé
-Bueno, solo quiero que hagas lo que mejor te convenga, ¿vale? Ahora es lo que sientes tú y no lo que sienten los demás...
-Gracias Liam
-Pero bueno, mi llamada no es por eso
-¿Ah, no?
-No. Es sobre un tema del instituto. 
-¿Qué pasa?
-Han pensado en hacer un intercambio y eres una candidata. Es dentro de dos meses, para ir a Irlanda un trimestre entero. ¿Qué te parece?
-¿Irlanda? 
-Exacto
-¡Es estupendo! Pero...
-Vamos, es una gran oportunidad
-No sé, ¿un trimestre sin vosotros?
-Sin Zayn -me interrumpió- ¿verdad?
-También iba incluido en vosotros. 
-Por cierto, ¿qué tal vais?
-Ya lo hemos arreglado...
-Me alegro. Volviendo al tema, ¿qué es lo que diré al director?
-Pues, es que es algo que hay que pensarse...
-Tienes un mes, solo dime si te lo pensarás o no. 
-Me lo pensaré
-Bueno, ya hablaremos, adiós
-Adiós

Irlanda, un trimestre entero. Esto era estupendo, tengo ganas de explorarlo. Pero la idea de estar fuera de casa me estaba matando, sin Zayn, sin Raquel, sin Noemy, sin Liam, sin mamá, sin Harry... ¿Cómo iba a sobrevivir a eso? No me apetecía hacer nuevos amigos temporales y bueno, en un mes... ¡Es poco tiempo! Tengo que arreglar lo de Harry y en un mes no podría resolverlo.
Por ahora, nadie más lo sabía, solamente mi madre, Liam y yo. No quería darle muchas vueltas y no quería muchas opiniones. No creo que sea para tanto, solamente van a ser tres meses, no para siempre. 
Tenía problemas más graves que pensar y resolver. Harry.

Le llamaba cada hora e incluso cada media hora, aun así nada. Ni siquiera abría su ventana. Intenté ir a verle pero siempre me abría su madre con alguna escusa, me evitaba y no lo hacía nada mal. El único que se mantenía en contacto con él era Liam, pero tampoco me decía mucho. 
Merodeaba por el instituto con el deseo de encontrarme con él, pero no había manera.

-Estás muy ausente, Jade Brooks -dijo Noemy un día en la que pasábamos el recreo todos juntos.
-¿Cómo?
-Comiendo lomo -dijo Raquel para quitar un poco de tensión al asunto. 
-Pues que estás siempre distraída, siempre estás buscando a alguien -dijo Noemy tras lanzar una mirada seria a Raquel
-Está buscando a Harry, ¿verdad? -dijo una voz que venía detrás mía
-¿Qué? -me giré bruscamente, deseando que no fuese Zayn y por un poco de suerte, no lo era- Liam, ¿qué haces... Digo... Cómo es que... es decir... Qué estás diciendo?
-Todos lo sabemos, Jade -se sentó a mi lado- Déjalo pasar, estás obsesionando... Lo peor es que Harry sabe que le estás buscando
-¿Por qué es lo peor?
-Porque él se piensa que algo significa
-¿Qué va a significar? No puede dejarme así porque sí. Somos amigos... Al menos, éramos
-Significa que le quieres
-Como amigo
-Eso dices, pero él dice otra cosa
-¿Y yo soy la obsesionada?

Todos nos quedamos en silencio, Liam tenía razón. El intento de buscar a Harry solamente hace que piense que hay algo más que amistad en lo que siento hacia él y sinceramente, ahora mismo no quiero que ninguno, ni Liam, ni Harry y mucho menos Zayn piense aquello. 

-Oye, Liam -dije rompiendo el silencio- ¿me haces un favor?

martes, 21 de febrero de 2012

Capítulo diecinueve

-Jade, si te vas tras él pensaré que algo tenéis entre manos y que él ha huido porque nos ha visto juntos
-Zayn, sólo es mi amigo y
-Se ha ido al vernos juntos -me interrumpió- porque siente algo por ti
Yo me quedé callada. No era justo, Harry seguía siendo mi amigo y me estaba sentando muy mal el hecho de insistir a Zayn que entre Harry y yo no había nada cuando Harry siente algo por mi. 
-Mira, Zayn... Quiero estar sola, ¿hablamos después, vale?
-Bien, si es lo que quieres me iré... Pero, hazme un favor -se detuvo a medio camino hacia la puerta- contéstame a las llamadas
-Lo haré Zayn, adiós.
-¡Ah! Y por el bien de lo nuestro... No hagas ninguna tontería
-Adiós Zayn -insistí mientras que intentaba cerrar la puerta. 


Cuando por fin conseguí cerrar la puerta, me apoyé en ella y me dejé caer arrastrando mi espalda en la puerta hasta quedarme sentada en el suelo. 
¿Qué quería decir Zayn con que no hiciera ninguna tontería? No podía pensar ni en las posibles respuestas, Harry estaba mal, lo supe en su mirada y en la manera en la que se ha retirado. Solo quería arreglarlo con él, no me importaba nada, no quería perderle. Cogí fuerzas donde no había y me fui corriendo hacia mi habitación y fui directa hacia mi ventana que estaba en frente al de Harry. 
Su ventana estaba ligeramente abierta así que empecé a llamarle por si había suerte y me escuchaba. Tras un buen rato llamando, lo único que pude recibir era silencio. Cuando por fin quise darme por vencida vi algo moverse tras las cortinas. Sabía que era Harry así que volví a llamar. Era él, lo sabía pero no me hacía caso así que busqué entre mis cajones hasta dar con una caja llena de abalorios de plástico que utilizaba para hacer pulseras "caseras" 
Empecé a coger un abalorio tras otro para tirárselo a la ventana de Harry a modo de piedrecitas. 
Tras haber tirado unas cuantas, vi como Harry se asomaba escondiéndose tras las cortinas, pero nada más verme se volvió a esconder del todo tras ella.


-¡Harry! -grité- No seas crío y da la cara, hombre
Nada, no me contestaba.
-Sé que estás ahí -volví a insistir- Harry, por favor, no me hagas esto... Sé que aquella escena no fue agradable para ti y bueno, entiendo que hayas huido... Por favor, necesitamos hablar
Nada, ni una palabra, ni siquiera volvió a mirar a escondidas.
-Jade -por fin me respondió justo en el momento en el que me daba por vencida- lo siento
-No tienes que darlas, tonto 
-Actué como un idiota
-Actuaste como actué yo en la noche de San Valentín, es normal... Lo deberías de saber, me lo dijiste tú
-Jade, por favor... Yo no puedo con ésto, ¿sabes? Amas a Zayn, él te ama y yo sobro, ¿entiendes? 
-No sobras, Harry... No sabría qué hacer sin ti
-Sabes que no es lo mismo. Creo que deberíamos dejar de vernos
-¿Eres tonto? ¡No voy a hacer eso!
-Por favor, necesito olvidarte
-¡Pero yo no necesito olvidarme de ti, no podría! -empecé a gritar, no podía permitir aquella decisión estúpida- Ya se nos ocurrirá algo... Eres mi mejor 
-¡No, Jade! -me interrumpió- No me digas que soy tu mejor amigo porque lo estás empeorando...
-Joder, Harry. Es la verdad. Te quiero, mucho pero como un amigo y las cosas son así, ¡joder!
-Sabes que no Jade, sabes que me quieres... Lo veo en la manera en que te ríes de mis gracias, de mis chistes malos, la manera en que nos miramos... No puedes venir y decirme que no me quieres, porque es... ¡Es mentira! 
-Harry, eres mi mejor amigo, eres el mejor de todos y nada más... Llegas a ser como un hermano para mi pero... Nada más...
-Nada más, nada más -dijo en una voz burlona y enfadada- ¡Mentiras y más mentiras! Ni siquiera sabes lo que pasa entre Zayn y tú, ¿qué vas a saber si me quieres de verdad cuando el sentimiento aun está escondido? Joder, deja de ser cabezota
-¡Deja de ser cabezota, tú! Eres el que me está liando, ¿sabes? ¡Estamos discutiendo como... -fui callándome hasta quedarme en silencio
-Como una pareja, ¿verdad? -completó Harry
-Harry...
-Calla, Jade. Yo, yo no puedo. Mira, hablamos después o dentro de un tiempo... Tengo que mentalizarme y tú tienes que poner orden todo lo que te está pasando pro la cabeza y lo que estés sintiendo -Harry cerró de golpe su ventana antes de que pudiese decir algo. 


Ahí estaba yo, en frente de mi ventana, sin decir nada, mirando a la nada... Me quedé así hasta al fin romper a llorar. 
Estuve tumbada sobre mi cama durante horas sin dejar de llorar hasta que mi cabeza empezaba a dolerme y mis ojos estaban tan rojos que apenas podía abrirlos. 
De repente, Zayn me llama. Quise ignorarle la llamada pero no quería más peleas con él después de lo ocurrido y después de decirle que iba a contestarle las llamadas. 


-Hola
-¿Estás llorando?
-No
-No mientas
-Entonces, sí. 
-¿Por qué? 
-Por cosas
-¿Por lo nuestro?
-Zayn...
-Contesta 
-Puede, a lo mejor
-Es por Harry, ¿verdad?
-No
-No mientas
-Entonces, puede
-¿Puede? Dime qué ha pasado
-No me habla
-Te dije que sentía algo por ti
-No lo sabes, Zayn
-No quiero volver a verte con él
-Joder, Zayn.
-¿Qué? Tú no quieres verme con Ashley, yo no quiero verte con Harry. Es justo ¿no crees?
-No 
-¿Se puede saber por qué?
-Porque Harry es mi amigo, mi mejor amigo y Ashley es una zorra
-No quiero seguir discutiendo, mañana iré a por ti, ¿de acuerdo? 
-Como quieras
-Adiós, te quiero
-Adiós Zayn


Después de colgar me metí en la ducha a darme un buen baño de espuma, después me fui directamente a la cama.
Al día siguiente no me encontraba nada bien, mi cabeza daba vueltas y me dolían los ojos. Mi madre estaba con Daniel en el salón cuando bajé a comer algo, al parecer la hora de desayunar ya se había pasado así que me hice una comida ligera y rápida de hacer. No quería que nadie notara mi presencia así que lo hice todo con  cuidado. 
Justo en el momento en el que me incorporaba de nuevo en mi cama tras haber comido sobre mi escritorio, alguien abrió lentamente la puerta de mi habitación.

lunes, 20 de febrero de 2012

Capítulo dieciocho - Voces y lágrimas

-Hola -me había quedado en blanco, no sabía que decir
-Hola
-¿Hace cuánto estás ahí? -estábamos completamente serios
-Hace un buen rato
-Lo has oído todo, entonces -Harry fue acercándose poco a poco dando rodeos por la habitación. Yo no pude aguantar de pie y me dejé caer sobre la cama, clavando mi mirada en el techo. Harry se puso de pie al lado mientras que me miraba desde arriba
-¿Qué tal estás?
-Bien
-No me mientas -dijo mientras me acariciaba con los dedos la mejilla
-No te miento -dije fríamente
-Entonces, me lo ocultas
-A lo mejor -suspiré
-¿Por qué me lo ocultas?
-No quiero hablar del tema, Harry...
-No quiero que estés mal... -me interrumpió-. Menos por culpa de Zayn, no lo soporto, al menos, no lo soportaría
-Es que Zayn...
-Mira -me volvió a interrumpir y empezó a hablar pausadamente-. Sé que quieres a Zayn y... Zayn te quiere igual. Estoy seguro que lo que está pasando ha sido una tontería, una pelea sin sentido, una pelea estúpida... Te tocará confiar más en él, ¿no crees?
-Bueno...
-La respuesta es sí, Jade. Mira, me tienes aquí para todo y siempre querré lo mejor para ti, pero acabas de conocer a Zayn y creo que deberías darle... Otra oportunidad.
-He sido una tonta -me puse boca abajo y hundí mi cara en la almohada
-No. Eso es ser normal. Cuando queremos a alguien, es normal que tengamos celos... Es una manera de demostrar que tienes miedo a perder a esa persona... Por ejemplo, tengo celos de Zayn
-¿Por qué? -le miré
-Está claro, por ti. Por lo que te acabo de decir, porque te quiero y estás con él
-No deberías -Harry pasó su dedo por mi mejilla
-Es amor, Jade. No lo controlas. 
-Pues es una mierda, qué quieres que te diga -sin ganas, solté una carcajada
-Puede que sí, la verdad es que un poco. Pero vamos, si fuese fácil, ahora dejaría de quererte más que a una amiga, porque me está fastidiando un poco... Pero la verdad es que, adoro el hecho de que te ame...
-Harry
-Escucha, -me interrumpió- eres un tesoro. No, algo más valioso, ¿entiendes= Eres un tesoro de amiga, de persona, de hija, de amante... Eres perfecta
-Oh, no. No digas que soy perfecta
-Acostúmbrate -volvió a interrumpirme mientras que volvía a acariciarme la mejilla-. Mira, Jade, anímate, tienes que arreglarlo todo con Zayn, ¿de acuerdo?
-Solo... Dame un tiempo para pensar qué decirle
-Empieza por pedir perdón, lo demás saldrá solo...
-Gracias Harry, -me senté para estar de cara con él- me estás ayudando mucho
-Para esto estamos
-Eres un gran ami...
-Calla, no me lo recuerdes -soltó una carcajada y nos dimos un fuerte abrazo. 

Harry tenía razón en todo. Tenía que arreglarlo con Zayn porque no merecía pelearse por aquella tontería. Solo fue un baile, solo fue eso... Además, yo no salgo ganando ya que sufría de una manera insoportable. No podía estar así en la casa de Harry así que decidí volver a mi casa. Harry estuvo un buen rato insistiendo en que no me fuera pero no consiguió convencerme. 
Cuando llegué a casa, lo primero que hice era comprobar si había algún mensaje en el buzón de voz y en efecto, había diez mensajes. Todas eran de Zayn, "te quiero mucho" decía uno, "No fue nada, solo un baile" decía el otro... Todas similares, todas tenían razón pero estaba avergonzada y he de admitir que algo orgullosa era.
Estuve viendo la tele unas dos horas seguidas sin moverme del salón cuando de repente, alguien llama a la puerta. Pensé que era Harry así que me levanté corriendo para abrir la puerta.

-Harry, no quiero hablar -dije sin ni siquiera preguntar quién era, pero por mi sorpresa no era Harry
-¿Harry? -Zayn me miró extraño- ¿Has estado con Harry y me te enfadas conmigo?
-Zayn, ¿qué haces aquí? -Zayn entró haciendo que yo retrocediera
-Que, ¿qué hago aquí? Joder, Jade... No me contestas las llamadas, desapareces y ¿me preguntas qué hago aquí? -Zayn estaba enfadándose
-Zayn, yo...
-Tú te has enfadado conmigo por bailar con Ashley y te vas con Harry, increíble Jade
-¡Lo siento! Joder, lo siento Zayn. Ha sido una tontería -empecé a llorar
-¡Claro que ha sido una tontería!, es más, ¡ha sido una gilipollez de grandes dimensiones! -Zayn empezó a gritar
-Zayn, para. Lo siento, ¿vale? Iba a llamarte...
-¿No confías en mí?
-Sí, Zayn, confío en ti...
-Entonces, ¿por qué te has enfadado? 
-Yo
-¿No crees que ahora debería enfadarme yo contigo porque te has ido con Harry? -me interrumpió
-¡No, Zayn, no!
-¿No? Ya veo, tú sí pero yo no
-Joder, no, Zayn. Harry no es Ashley, Ashley quiere algo contigo y me quiere ver fuera de la foto, joder. ¿No te das cuenta que ella quiere cosas que...? -suspiré y me senté en las escaleras, tapándome la cara con las manos- Joder, Zayn
-Jade... -dijo con voz suave. Se sentó a mi lado y puso su mano sobre mi espalda- No llores
-Lo siento, Zayn. No debí actuar así, ha sido una tontería, una gilipollez... Por favor, perdóname -levanté la mirada y nos pusimos cara a cara. Zayn no dijo nada, solamente pasó sus pulgares por mis mejillas limpiándome las lagrimas, después retiró los pelos que me tapaban un poco la cara y poco a poco, fuimos acercándonos hasta acabar dándonos un beso. 
En ese momento, Harry aparece en la puerta que Zayn no había cerrado al entrar.

-Jade, he oído gritos y la puerta estaba...- Harry se quedó mirando aquella escena y los tres nos quedamos en blanco. Quise decir algo pero no me salía ninguna palabra. Harry fue el primero que reaccionó, dio un paso atrás y se fue corriendo hacia su casa dejando la puerta abierta. Yo me levante bruscamente para ir tras él pero Zayn me agarró la mano para que no fuese tras él. 

miércoles, 15 de febrero de 2012

Especial, San Valentín de Noemy

Genial, es el día de San Valentín, nótase el sarcasmo. Antes me encantaba ésta fecha, recibía cartas de amor, regalitos… Pero éste año es diferente, últimamente es diferente. Este año no iba a pensar en nadie más que en él. Raquel y Jade tenían cita, menos yo. Me han pedido ir al baile un par de personas, sí. Aquello mantenía mis ánimos lo suficientemente arriba como para que pueda mantener los ánimos suficientes para poder ir al baile, donde habrán parejas a montones por todas partes.
No me preparé con tanta ilusión, aunque, he de admitir que aquel vestido era demasiado perfecto para una noche en solitario. En fin, tras estar en frente del espejo durante un buen rato, Raquel aparece  en mi puerta junto a su cita, Hugo. Ese chico que se acercó aquel día en la cafetería… Fue una escena algo, desconcertante, pero a la vez, bastante bonita.
El resto de la tarde fue deprimente, estaba entre parejas, mis mejores amigos estaban con sus parejas, mientras que yo… Bueno, eso es, yo.
La cosa me deprimió más al subirme en aquella limusina donde cada pareja estaba abrazada del uno al otro, mientras que yo, estaba con mi móvil esperando un mísero tweet para el día de San Valentín. ¡Pero cuidado! Lo peor aun no ha llegado. El baile ha sido lo peor. Veía a parejas felices, mirase donde mirase y yo, estaba sentada sola, con mi móvil, sentada en una mesa redonda para diez personas, supongo que las dos que sobraban era para Harry y su pareja que no habían aparecido.
Raquel y Jade intentaron convencerme para que bailara un poco. Me resistí pero su poder de convención y presión era demasiado, así que, acabé por ceder. La verdad es que me lo pasé muy bien. La música era estupenda y estaba con mis dos mejores amigas, aquello era genial… Hasta que empezó una canción lenta. Cada una fue con su pareja. Jade con Zayn y Raquel con Hugo, mientras que yo me quedé sola, en medio de la pista. Intenté salir de ahí pero no había manera. Creí que me iba a quedar atrapada ahí hasta que la canción acabase, pero, de repente, se fue haciendo un camino entre la gente. Pensé “ésta es mi oportunidad, por fin podré…” De repente, mi mente se quedó en blanco. No me lo podía creer, pensé que me había desmayado y aquello era un sueño porque al final del camino que se había formado, un chico estaba andando hacia mí.
Se llamaba Matt Carter, un chico que conocí hace dos años en Australia. El mismo que consiguió conquistar mi corazón.
Estaba cerca, poco a poco se acercaba y llevaba una rosa en la mano. No podía creérmelo, quería llorar de alegría y desmayarme a la vez. Raquel y Jade se acercaron a mi me susurraron “Feliz San Valentín” ¡Lo habían planeado todo! Serán… Serán… Como las quería, mucho.

-Feliz San Valentín, -dijo Matt mientras que me entregaba la rosa- espero que no sea tarde como para pedirte que seas mi cita para esta noche. Dime, ¿me dirás que sí?
-Sí, mil veces sí, Matt –empezamos a bailar aquella canción lenta mientras que le miraba hipnotizada aquellos ojos azules que tanto me enamoraban
-Estás preciosa, Noemy
-Gracias, Matt… Tú estás muy guapo con el traje

Cuando acabó la canción Matt me llevó a dar una vuelta por los pasillos del instituto en busca de tranquilidad y de una conversación. Mientras andábamos, empezó a agarrarme de la mano y yo, poco a poco me fui acercando más y más a él hasta abrazar del todo su brazo.
Me contó que quería hacerme un regalo para San Valentín y que Raquel se le ocurrió la idea de venir el Día de San Valentín para estar conmigo. Le pareció una buena idea así que accedió.

-Me alegro de que hayas venido, este es el mejor regalo que podrías haberme dado
-Yo también gano, te tengo justo a mi lado y eso es todo lo que me hace falta para ser feliz
-¿Cuánto tiempo te vas a quedar?
-Al principio iba a quedarme dos semanas, pero sé que no podría irme… Así que, por ahora me quedaré un mes y medio.
-¡Eso es maravilloso! Dime, ¿qué tienes planeado?
-Estar todo el tiempo posible contigo, si no estoy contigo, pasaré las horas pensando en la manera de sorprenderte y después estaré el cien por ciento del tiempo recordándote lo mucho que te quiero, ¿qué te parece?
-Me parece perfecto –dije bromeando. Después nos quedamos mirándonos. Me sonrió y me dio un beso en la frente y volvimos a andar sin rumbo ninguno. Nos paramos en una zona donde había unos bancos para poder descansar un rato
-Noemy, te quiero
-¿Cómo? –aquello me pilló por sorpresa
-Que te quiero, Noemy.
-Yo también te quiero mucho, Matt
-Quiero que sepas que siempre estaré aquí, en serio. Solo tienes que decir mi nombre y ahí estaré, para todo, para siempre, en cualquier momento. No importa si estoy al otro lado del mundo, no importa nada, ahí estaré para cuando me necesites…
-Oh Matt, no me puedo creer lo que estoy oyendo… Te quiero mucho, machismo. Nunca fui capaz de decírtelo, quiero decírtelo… Siempre te he querido y siempre te querré
-Aun lo siento cada vez que te miro
-¿A qué te refieres?
-Amor, me refiero a las maripositas en el estómago y el nudo en la garganta… Aun lo siento cada vez que te miro, cada vez que pienso en ti y siempre estás en mi mente. Es algo que haces, que me tiene loco, eres tú. Es todo lo que tenga que ver contigo, todo lo que haces, la manera en que me miras, hablas… La manera en que me besas…
-¿Te beso…? –en ese momento, sin darme cuenta, Matt estaba muy cerca de mi cara, tanto que no había distancia alguna que nos separase. Nuestro primer beso. Había esperado tanto tiempo que aquello resulta ser una sensación que hace que piense que estaba soñando. Pero no era así, su respiración, su perfuma, sus labios junto a los míos. Era tan real como la vida misma y no lo cambiaría por nada del mundo.
-Éste beso –dijo al terminar- He esperado una eternidad por un beso tan sincero como esto. Te quiero Noemy y no quiero que esto sea nuestro último beso.
-Te quiero, bobo. Siempre me tendrás y siempre tendrás mis besos

Estuvimos un buen rato abrazados, sin decir ninguna palabra. Aquello era perfecto junto al silencio. Después de estar unos veinte minutos en el mismo sitio, decidimos volver en la fiesta para bailar y disfrutar del resto de la noche. Fue perfecto, maravilloso, magnífico, de en sueño… Estaba con Matt, le tenía en frente y no habrá ninguna posibilidad de que me separase de él.

Lo tenía todo grabado, su aparición, el primer baile, el paseo, el primer beso, cada paso, casa sonrisa, mirada y caricia. No quería olvidarme de ningún detalle. Fue lo mejor del mundo, empecé el día torcido y ahora estaba viviendo un verdadero sueño real.
No quería nada más que estar con Matt para siempre, que aquella noche no se acabase nunca. Porque tanto el como yo, nos lo estábamos pasando estupendamente que no quisiéramos cambiarlo por nada del mundo. 

Especial, San Valentín de Raquel

Aun faltaban dos horas para el baile, yo ya estaba casi lista, aun me faltaba por perfeccionar detalles. No me veía muy cómoda con el vestido, los tacones, el bolso pequeño… No es algo que esperas oír de una animadora, pero son solo una simple etiqueta, no todas somos la típica animadora, que no sale de su casa sin haberse mirado en el espejo unas mil veces. No, yo no era de ese tipo de animadoras, ni siquiera sé si yo soy de algún tipo. El caso era sencillo, aquello me hacía sentir un poco incómoda. Pero no era del todo seguro ya que tenía otra posible razón en la cabeza. Es simple, es una palabra, una sola razón que justifica miles de hechos, sentimientos. Hugo.
No le conozco de mucho, apareció en mi vida con mucho valor. Estaba en una cafetería junto a Jade y Noemy. Había salido de la nada y de la nada vino a preguntarme si quería ser su acompañante para el baile de San Valentín. He de confesar que no es tan bonito como puede una esperarse ya que aquello no fue instantáneo, pero casi. No sabía como actuar ni qué decirle. Era un extraño, alguien a quien no conocía de nada pero que al parecer, sabía cosas de mí. Por supuesto, su cara me sonaba ya que iba a clases conmigo, pero nunca me había tomado el tiempo a pararme y a observar. Aun así, me alegro de que me alcanzara, me parara y me hiciese ver lo que siempre ha estado delante de mis ojos. Aquellos pensamientos retumbaban dentro de mi cabeza. Hugo, Hugo, Hugo. Su nombre se había convertido en mi sangre que circula por todo mi cuerpo, ningún rincón se quedaba libre de él. Me había invadido por completo.
Quedaba una hora para el baile, salí de mi casa para ir a recoger a Noemy y después ir a la casa de Jade ya que es ahí donde la limusina nos iba a recoger a todos.
Nada más abrir la puerta, me encontré a Hugo, que justamente iba a tocar el timbre. Estaba elegante, más guapo que nunca y llevaba una rosa en la mano. Me recibió con una sonrisa y seguidamente me da la flor.
-Estás preciosa –dijo mientras olía la flor
-Tú también lo estás –dije tímidamente- Tenemos que irnos a por Noemy y después ir a la casa de Jane… Si no te importa, vamos a andar un poco
-Si voy contigo, iré a donde tenga que ser… Pero, llevas tacones, ¿no te dolerán los pies?
-Nada, nada. Estaré bien –le sonreí, me puse el abrigo y fuimos en la dirección hacia la casa de Noemy.
Ella iba sola, pero no me preocupaba, aquello no iba a durar todo el día, no la iba a dejar sin pareja el día de San Valentín, así que la idea que me estaba tranquilizando era la idea que tuve para una gran sorpresa para ella.
El camino a casa de Jade por suerte ha sido corto ya que nadie hablaba y había un silencio bastante incómodo a la cual ahogaba con mis pensamientos. Hugo, sí, Hugo. Ese era el tema principal de mis pensamientos, Hugo. ¿Se podría repetir tantas veces su nombre? Yo creo que no, aun así, nada ni nadie podría conseguir callarme, nunca.
No paraba de mirarle de reojo, a veces le pillaba mirándome a mi pero no me importaba, es más, aquello significaba que me estaba mirando también, con lo cual… Que estoy locamente enamorada.
Llegamos en la casa de Jade, ahí nos esperaba ella y Zayn, su chico. Es increíble que estén juntos. Jade lleva en Londres nada más que un mes casi y ya ha conseguido un chico de los más deseados del instituto. Supongo, y creo suponer bien que aquello es real, es amor a primera vista… Se les veía que estaban muy bien juntos, la manera en la que juegan, la manera en que se ríen… Todo lo hacían de una manera en la que conectaban a la perfección. Quería aquello con Hugo, quiero dejar de esconder una sonrisa, quiero mirarle directamente a la cara, sin miedos, sin tener vergüenza.
Después de esperar un buen rato, una limusina negra aparcó delante de la casa de Jade. En ella estaban Liam y su acompañante Danielle, era preciosa y además, era divertida.
Cada uno nos hicimos fotos con nuestros acompañantes, menos Noemy. Me daba un poco de rabia, pero era cuestión de tiempo. Tiene que esperar, tengo que esperar e incluso Jade tenía que empezar. Pero al parecer, Jade tenía otra preocupación, no se separaba de su móvil y no paraba de llamar a alguien. No quise preguntar ya que a lo mejor no era asunto mío, además, no molestaba a nadie. Cuando llegaba el momento en el que todos deberíamos estar pendiente de una cosa juntos, Jade se ponía las pilas y ponía una de sus mejores sonrisas.
El viaje hasta el instituto fue divertido, la fiesta había comenzado ahí. Había luces de colores, bebidas, comida y música. No parábamos de reír hacer fotos y dejarnos llevar.
El mejor momento fue cuando Hugo puso su brazo encima de mis hombros y me acercó a él, quería quedarme así para siempre. Estaba con él, con mis amigos… Todo iba perfecto, pero la tarde iba a seguir y lo mejor aun estaba por llegar.
Nada más llegar en la sala, nos pusimos en una mesa que ya habíamos reservado. Faltaban dos sillas, pero al parecer nadie se había dado cuenta así que no dije nada al respecto.
Jade y Zayn fueron los primeros en entrar en la pista de baile, después Liam y Danielle y al final Hugo me invitó a bailar.
Empezamos con algo movidito, después una lenta.
-Estás preciosa, ¿te lo he dicho? –dijo Hugo
-Me lo dijiste –le sonreí- nada más abrirte la puerta de mi casa
-Me lo estoy pasando muy bien, gracias por aceptar en ir conmigo
-No me arrepiento de nada… -Puse mi cabeza sobre su pecho, sin dejar de bailar
-Raquel
-¿Sí?
-Tengo que decirte una cosa
-¿Qué pasa? –Rápidamente quité mi cabeza sobre su pecho y nos pusimos cara a cara
-Quiero decirte que me gustas, desde el primer día hasta ahora y que quiero que sepas que este baile, este día es muy especial para mi. Quiero que sea perfecto ya que tendré que asumir el hecho de que cuando acabe la última canción de la noche, tendré que llevarte a casa, decirte todo lo maravillosa que eres y quizás… Robarte un beso o dos, si tengo la suerte de que me lo devuelvas y asumir la realidad de que todo se quedará en mis recuerdos. Pero seré fuerte, seré, fuerte… -soltó un suspiró y miró al suelo
-Oh, Hugo. Es maravilloso lo que has dicho –le di un beso en la mejilla aprovechando que estaba mirando hacia un lado, después pasé mis dedos por su barbilla e hice que me mirara- no quiero que eso acabe, Hugo. Quiero que te quedes conmigo. Róbame todos los besos, te regalo mis besos, mis caricias, las miradas… Solo quiero que tú me dejes y que tú me regales los tuyos
-Siempre, Raquel. Lo haré. Te lo prometo –dijo mientras que sonreía.  Después, nos dimos otro abrazo y empezamos a bailar una canción, algo más movidita.
Me lo estaba pasando muy bien, sinceramente, si no fuese porque Jade se había acercado a mi, hubiera perdido la moción del tiempo.
Al parecer, Jade se había dado cuenta de que Noemy seguía estando sola y que mi sorpresa aun no había parecido. ¡Se me había olvidado por completo! Me lo estaba pasando tan bien… ¡No me lo podía creer!
Le mandé un mensaje para resolver la duda que nos planteamos Jade y yo. Solamente había que hacer tiempo ya que estaba en camino así que decidimos llevar a Noemy en la pista de baile. Se resistió un poco, pero acabó por soltarse ya que la música que estaba sonando era bastante divertida, pero todo acabó cuando otra canción lenta empezó a sonar. Noemy estaba en medio de la pista y no había sitio por donde pasar. Jade y yo nos fuimos con nuestras parejas y empezamos a bailar alrededor de ella.
El momento estaba llegando, por fin mi sorpresa. Un camino se había formado en la multitud y en ella caminaba lentamente mi regalo de San Valentín. Sin dejar de bailar, me acerqué poco a poco a Noemy le susurré “Feliz San Valentín, Noemy”
La dejé en su mundo y volví al mío. El baile ha sido alucinante, aquella noche está resultando ser una maravilla de noche.
Hugo dejó de bailar y me sugirió dar una vuelta fuera, para hablar un rato y disfrutar de las estrellas.

-Oh vaya, no hay estrellas –dije apenada al ver que no se veía nada más que la luna en aquel cielo negro
-Las mejores estrellas brillan en tu mirada, me conformo y me sobra con eso
-Eres un cielo, Hugo –me sonrojé
-Solo si tú eres mi estrella, no, mi luna
-Estás haciendo que me sonroje… Pero no importa, gracias a ti, esta noche está resultando ser maravilloso
-Tanto como un sueño –me completó la frase
-Así es –le sonreí
-Pero esto es mejor, tú eres mejor que mis sueños. Eres de verdad y eres perfecta
-Soy perfecta si estoy contigo
-Pues siempre serás perfecta porque jamás me iré de tu lado

No hubo más palabras, Hugo me volvió a pedir un último baile aprovechando que la música estaba lo suficientemente alta como para poder oírlo desde fuera. Aquel baile fue la mejor de todas. Nos balanceábamos de un lado a otro, dando vueltas en el mismo eje mientras que o estaba apoyada sobre su pecho y no existía ninguna distancia entre nosotros.
Pero lo que realmente marcó aquella noche, era aquel beso que Hugo me había regalado para San Valentín.