viernes, 13 de abril de 2012

Capítulo treinta

-¿Qué te pasa? -me preguntó de repente Niall
-¿Eh? -dije algo confundida- No, nada. Que... Que me gusta ésta película
-¿Ah, sí? Si es que yo... -dijo orgulloso- Sabía que acertaba con ésta película. ¡Sentía que te iba a gustar!
-Anda tonto -Me reí mientras me sonrojaba y suspiraba- La verdad es que me trae muchos momentos
-¿Momentos? -dijo mientras ponía cara de bromista- ¿A caso has montado en el Titanic?
-No seas tonto, -empecé a reírme hasta a poder calmarme y acabar las risas con un suspiro tras unos segundos- no fue así... Pero mejor lo dejamos y veamos la película. 
-Ah bueno...
La verdad es que no me enteré de la película, aunque claro, ya la había visto miles de veces. Todo me recordaba a Zayn. Odiaba aquella sensación, era horrible.
Vimos el resto de la película en silencio. Yo estaba perdida en las nubes mientras que mi mirada estaba clavada a la pantalla. Sentía como Niall me miraba de vez en cuando, quizás, más veces del que ha mirado a la pantalla. ¡Qué mono que era!
Terminamos de ver la película y nos fuimos andando a casa. Era un paseo bonito, me cogió de la mano y yo no se lo negué, empezamos a pasear por las calles de Irlanda. 
Niall no paraba de hablar en todo el camino y yo estaba callada, escuchando cada palabra que le salía de la boca. Me encanta su voz, es tan tranquilizadora, como el de un ángel.
Aquel día fue maravilloso, aunque en el último momento me haya acordado de Zayn.
Pasaron unos días, todo iba normal, casi monótona. Estaba casi siempre con Niall y nos lo estábamos pasando estupendamente. Me acoplé en su grupo de amigos que resultaron ser muy majos. No era la única chica del grupo así que también quedaba con ellas de vez en cuando.
Todo era normal hasta una noche en la que recibí un mensaje. Era de Zayn. Mundo, empieza a temblar. 
Decía así: "Hola Jade... Sé que esto es un poco repentino y que ahora, después de todo este tiempo venga y te mande este mensaje es un poco de alguien cara dura... Pero te echo mucho de menos y no puedo estar así contigo. Que se me ha olvidado porqué estábamos enfadados, ni siquiera sé si estábamos enfadados... Por favor, ¿estás ahí?"
De repente, una lágrima rodó por mi mejilla. No estaba segura si estaba contenta, emocionada, enfadada, triste... Esto era sorprendente. 
Estuve leyendo una y otra vez el mismo mensaje durante un buen rato más. No sabía cómo contestarle, la verdad es que me acuerdo de que no nos hablábamos, pero no me acordaba del porqué. He de admitir que Niall había hecho que me olvidase del asunto, aunque me acordara de vez en cuando, la sensación no era la misma. 
Cada día me despertaba Niall, ¡Buenos días, preciosa! Gritaba cada mañana y nos pasábamos todo el día hablando, tonteando incluso y por las noches, se pasaba por mi habitación a darme las buenas noches. 
Era increíble aquellos sentimientos que sentía en aquel momento, sentimientos que brotaron de la nada en aquella casa, en la compañía de Niall... Pero admito que echaba de menos a Zayn, pero siempre me entraba la nostalgia y comenzaba a echarle de menos.